Editorial

Alarma

Editorial | Viernes 03 de abril de 2020

La declaración del estado alarma como consecuencia de la pandemia de coronavirus, ha transformando la realidad en la que vivíamos: la contaminación de las grandes ciudades, el proceso de independencia de Catalunya, la crisis de juego del Barça… asuntos que preocupaban a muchos, han quedado borrados de la preocupación colectiva, en menos de quince días.



Me viene a la cabeza la última escena de la penúltima temporada de House of Cards, cuando el presidente Frank Underwood (Kevin Spacey) le contesta a su mujer, Claire (Robin Wright): “Sí: ¡el miedo!; si no nos quieren, que nos tengan miedo”. Miedo. El miedo es un sentimiento connatural al hombre, un resorte para procurar la supervivencia del individuo y de la especie. Y también, a lo largo de la Historia, ha sido una herramienta para ejercer el poder.

Estos días, miedo, tenemos todos. Pero individual y colectivamente, hemos de sobreponernos. Analizar las circunstancias que nos toca vivir, y equivocarnos lo menos posible a la hora de actuar: seguir los consejos de las autoridades sanitarias y civiles. No es momento de discutir jerarquías. Hemos de colaborar para mantener salud y actividad económica.

El LLOBREGAT, como cualquier microempresa de este país, se está viendo afectado por la situación: hemos cerrado la redacción y este número lo editamos con las aportaciones de todos nuestros colaboradores, trabajando desde casa. Hemos perdido buena parte de las contrataciones comprometidas; nos han anulado campañas a la espera de... Comprensible. Miedo.

A pesar de todo ello, hemos considerado importante que EL LLOBREGAT se editara este mes de abril. Aunque nos suponga un sobreesfuerzo. Lo hemos hecho, con la ayuda de los anunciantes que a pesar de las adversidades (o precisamente por esas adversidades), han valorado que era importante anunciarse este mes tan difícil para todos. Somos información, somos servicio público, y a poco que podamos, queremos seguir siéndolo: EL LLOBREGAT, la prensa comarcal de referencia en L’Hospitalet y Baix Llobregat.

A cada lector, a cada empresa, a cada servicio: ¡ánimo!. Cada cual tendrá que aplicar medidas, buscar soluciones ante una crisis inesperada y radical. Mañana tendrá poco que ver con ayer, pero algo tendrán en común: el espíritu de supervivencia. Positivicemos el miedo; que no nos atenace, que podamos sobreponernos. La crisis económica que con toda seguridad sucederá al coronavirus, será profunda, pero precisamente por eso, hemos de enfrentarla desde este mismo momento: pidiendo a las administraciones los recursos que no facilitaron tras la crisis de 2007, sí; pero cada cual ha de dar el primer paso, vital y profesionalmente: ¡sí, sobreviviré!.