Coincidiendo con el periodo de estado de alarma provocado por la pandemia de la COVID-19, y por tanto con las instalaciones cerradas, el Ayuntamiento de Gavà ha tenido conocimiento de los resultados de los estudios preliminares sobre el estado del suelo de la Zona Deportiva de Can Torelló (realizados durante la tramitación del proyecto urbanístico de la ciudad deportiva prevista en este espacio) y que en algunos han detectado la presencia de metales e hidrocarburos que podrían estar por encima de los valores admisibles.
Ante este indicio de riesgo para la salud, y para evitar cualquier eventual afectación en las personas usuarias y los trabajadores de las instalaciones, el consistorio ha tomado la decisión cautelar y preventiva de suspender las actividades del polideportivo local. El equipamiento permanecerá cerrado hasta que conozca con mayor profundidad el problema y se pueda garantizar que los usuarios de las instalaciones deportivas no estarán expuestos a ningún riesgo.
El Ayuntamiento de Gavà ha informado de la situación a la Agència de Residus de Cataluña, responsable de dar el visto bueno a cualquier decisión que se tome al respecto. La primera actuación que se tiene previsto realizar en las próximas semanas será llevar a cabo un análisis más profundo de los sondeos realizados en el suelo. El objetivo es determinar el alcance de la posible contaminación del suelo para poder definir las soluciones que deberán tomarse.
Sin previsión de costes
Los nuevos estudios se realizarán durante los próximos meses de verano y todavía no puede aventurarse “qué soluciones se tomarán tomar, su duración, el coste ni las afectaciones que se derivarán”, según fuentes municipales.
Tras decretarse el cierre temporal de Can Torelló, el Ayuntamiento de Gavà ha mantenido una reunión con los clubes y las entidades que desarrollan sus actividades en el polideportivo para encontrar espacios alternativos. El equipamiento deportivo es utilizado diariamente por centenares de personas y familias.