No debemos olvidar el trágico balance de las más de 47.000 víctimas inocentes que han fallecido en España durante estos aciagos meses. Ya no cabe la menor duda de la terrible letalidad de la COVID-19, por lo que es imprescindible que todos guardemos rigurosamente las medidas sanitarias para evitar lo máximo posible nuevos focos de infección. Ya hemos visto preocupantes rebrotes no solo en múltiples países sino también en territorio nacional. Ahora que recobramos la normalidad es cuando más tenemos que vigilar los riesgos de infección tanto por parte de las autoridades como desde la responsabilidad individual. Sigue siendo imprescindible mantener la distancia social, la higiene de las manos y el uso correcto de las mascarillas tanto por la propia salud como por la de quienes nos rodean, con especial cuidado de las personas vulnerables como nuestros mayores. A su vez, cuantos menores sean los rebrotes, menor será el impacto sobre la economía. No olvidemos que la situación sigue siendo delicada no solo en el ámbito sanitario sino también en el económico y social y todos hemos de ser responsables.
Desde el principio de la pandemia, Cs hemos tenido muy claro que nuestra prioridad era salvar las máximas vidas y empleos posibles. No entendemos las crisis como una oportunidad para erosionar al gobierno y conseguir que caiga rápidamente, sino como una situación grave en la que, si no se toman las decisiones correctas, todos salimos perjudicados. Por eso hemos procurado tomar las decisiones que más convenían al conjunto de los españoles, negociando con el gobierno medidas sanitarias, sociales y económicas que velaran por todos y no concesiones basadas en el interés particular partidista al que nos tienen acostumbrados los partidos nacionalistas. El gobierno de Pedro Sánchez sigue sin gustarnos y hemos sido los primeros en criticar sus múltiples errores, su improvisación y sus abusos, pero lo primero es velar por el interés general de los españoles. Ya habrá tiempo de evaluar la gestión y depurar las responsabilidades que correspondan.
Vienen tiempos difíciles, no solo en lo sanitario, sino también en lo económico y social. La pandemia ha golpeado gravemente el tejido productivo español y no nos podemos permitir improvisación ni demagogia ideológica, son imprescindibles medidas sensatas y realistas porque lo que está en juego es el futuro de toda una generación. III