El Llobregat

Mujeres invisibles ante el covid-19: víctimas de la violencia y del coronavirus

Maria Rinaldi | Viernes 02 de octubre de 2020
Los colectivos feministas de la comarca reivindican que se reconozca el papel que desempeñan las féminas en la lucha contra la pandemia. Durante el confinamiento han aumentado de forma alarmante los episodios de violencia de género, con agresiones y violaciones.

Como ocurre con casi todo, el papel que ha jugado la mujer en la lucha contra el coronavirus también ha quedado desdibujado. Aunque desde los hospitales -como enfermeras-, en las residencias geriátricas, desde sus casas -como cuidadoras de su familia a tiempo completo y sin remuneración- y desde tantas otras trincheras, las mujeres han permanecido en primera línea de combate contra el covid-19 sin que su importantísimo papel haya sido reconocido. Para que la auténtica realidad vea la luz, colectivos como el Grup de Dones de El Prat están empezando a reivindicar una lectura con perspectiva de género también de la pandemia. Porque, como explica la reconocida feminista Carme Vidal Estruel (que fue invitada por la entidad pratense a unas jornadas), la mujer ha vuelto a ser “invisible” durante el envite del coronavirus, lo que la ha convertido en una doble víctima de la pandemia.

Vidal afirma que la invisibilidad de las mujeres durante el confinamiento tiene su origen en la baja representación que ya de por si tienen las féminas en el ámbito y en los medios de comunicación. “La comunicación relativa a la pandemia ha excluido absolutamente a las mujeres. No han aparecido (en los medios) mujeres hablando de lo que estaba pasando y menos aún mujeres que hablaran de lo que estaba pasando en relación con el covid-19 y ellas mismas”, lamenta la feminista.
Y las cifras no mienten. Los porcentajes de participaciones de las mujeres en la primera línea del combate sanitario contra el coronavirus (también en el Baix Llobregat y l’Hospitalet) es abrumador: un 70% frente a un 30% de hombres. Sin embargo, en los organismos y cargos de toma de decisiones sobre la pandemia, como el Comité de Emergencia de La Organización Mundial de la Salud (OMS) para el covid-19, la situación da un vuelco: 75% de hombres frente a un nimio 25% de mujeres.

Pero no solo la presencia femenina en el personal de salud de primera línea es mucho mayor que la masculina. Además, las mujeres también han sido más afectadas con una mayor exposición al virus, y, como consecuencia, han sido víctimas de un número mayor de contagios que los varones.


Más violencia machista

Tampoco se han tenido en cuenta, por parte de las entidades y autoridades competentes, las necesidades de las mujeres en la lucha contra la pandemia. Es una realidad. Por eso, la activista reivindica que se conceda a las féminas “el justo reconocimiento que se les debe por su doble labor”, en el cuidado de la casa, de los hijos y de la familia, en conciliación siempre con el teletrabajo, cuando éste es posible.
En este sentido, muchas mujeres se han visto incapacitadas para sacar adelante esta ingente carga de tareas que se les ha venido encima durante el confinamiento, y de nuevo se han visto forzadas “a renunciar a la profesión”, destaca Vidal. Esta situación es fruto de una sociedad donde el papel del hombre sigue siendo preponderante y en la que las mujeres son sometidas al “frágil equilibrio” de sobrellevar trabajo y familia. Para acabarlo de adobar, las mujeres conforman el colectivo más precario desde un punto de vista laboral.

Otra de las cargas -seguramente la más difícil de soportar y la más intolerable- que han sufrido en sus propias carnes las mujeres durante el confinamiento, ha sido el espeluznante aumento de los casos y episodios de violencia machista., violaciones y agresiones. La imposibilidad de dejar la casa o de acudir en busca de la ayuda de otros familiares “ha aumentado de frecuencia y la intensidad” de las agresiones indica Vidal. Paradigmático es el caso de Esplugues. En esta ciudad, el Centre d’Informació i Recursos per a Dones(CIRD) atendió a 162 personas entre el 16 de marzo (inicio del confinamiento) y el 17 de septiembre. De estas personas, 19habían sido víctimas de violencia machista. Además, el teléfono especial habilitado durante la pandemia por la concejalía de Polítiques de Dones ha atendido 19 llamadas relacionadas también con la violencia de género.

Annus Horribilis
La propia alcaldesa de Esplugues, Pilar Díaz, ha reconocido que el 2020 ha sido un annus horribilis para el municipio ”por el impacto de la pandemia (en la salud y la situación laboral de muchos vecinos) pero por descontado porque tres mujeres han sido asesinadas víctimas de la violencia machista”.
En una postrera reflexión, Carme Vidal Estruel pone sobre la mesa que pese a que el rol “de cuidadora” de la mujer es “de una importancia vital desde hace siglos para el funcionamiento de la sociedad” sigue sin tener el reconocimiento político y social que merece. “Lo demuestran los hechos: frente a una pandemia global y a una profunda crisis sanitaria, las mujeres son grandes perjudicadas, invisibles y vulnerables en todos los ámbitos de sus vidas”, subraya la feminista.