La pandemia del coronavirus lo ha cambiado todo, nuestra forma de vivir, de relacionarnos, de valorar lo que realmente es importante.
Después de dejar atrás los meses del confinamiento que segó tantas vidas y envío a la cola del paro a miles de personas parecía que el espejismo del periodo estival nos encaminaba hacia una nueva normalidad.
Sin embargo, la relajación de las medidas de control, la improvisación por parte de los dirigentes políticos, y también por que no decirlo, la irresponsabilidad de unos pocos, nos coloca en una situación muy crítica justo al comenzar el otoño. El virus no se ha ido, sigue aquí entre nosotros, y por ahora, se queda al menos durante un buen tiempo.
Ante estás circunstancias, los vecinos de Castelldefels se quedaron atónitos cuando comprobaron hace apenas unas semanas como el gobierno municipal les había subido los impuestos.Y es que no es moco de pavo el incremento medio de más del 25% en el recibo conjunto de la basura y el alcantarillado. Para nada está justifica dicha subida y más teniendo en cuenta la insatisfacción generalizada de la población con la gestión del nuevo modelo del servicio de limpieza.
Sin embargo, esta no ha sido la única subida, sino que es un suma y sigue. Desde principios de año se incrementaron las expectativas de recaudación en el IBI que afecta tanto a particulares como empresas. También, la plusvalía municipal crece y se suma a otros impuestos que ya estaban en el máximo legal permitido como es el caso del Impuesto de Construcciones, Instalaciones y Obras. Las subidas afectan prácticamente a todo, a la zona azul, a los vados, a la grúa o a partidas que indignan a los contribuyentes como es la subida del capítulo de multas que asciende para este ejercicio a 2 millones de euros (ya sabemos el motivo de la proliferación de nuevos radares).
Desde el Partido Popular rechazamos de lleno está forma de gobernar de espaldas a las necesidades que tienen los vecinos. Fuimos los únicos en levantar la voz contra este abuso presentando propuestas de rebaja de impuestos, además de proponer medio centenar de iniciativas para combatir la crisis provocada por el COVID19. Lamentablemente, el gobierno de Castelldefels sigue haciéndonos caso omiso a todos, y como, un kamikaze nos dirige en dirección contraria a la que tocaría. El choque es inevitable.