Con la llegada de la segunda ola del coronavirus se han aplicado las nuevas restricciones de movilidad, lo que vuelve a convertir al colectivo de personas mayores de 65 en uno de los grupos más indefensos y vulnerables frente a la enfermedad. Para poner remedio a esta situación, el Ayuntamiento de Castellví de Rosanes ha decidido actuar. Los Servicios Sociales han retomado la campaña de atención personalizada, reactivando el contacto telefónico con más de 300 vecinos que superan los 65 años de edad, para hacer un seguimiento de su situación.
La primera llamada ha servido para detectar qué ancianos del municipio necesitan con mayor urgencia algún tipo de auxilio. Cuando se contacta telefónicamente, los servicios sociales preguntan de informa individualizada a cada uno de los mayores sobre su estado emocional y psicológico, y también sobre su estado físico. Los operadores. a través de preguntas directas, obtienen información sobre cómo se sienten y detectan si les falta asistencia por parte de sus familias, y también cuáles son sus necesidades inmediatas.
El objetivo del servicio es detectar cuáles de los más de 300 vecinos incluidos en el listado e encuentran con dificultades o requieren algún tipo de soporte municipal. Vicky Castellanos, concejal de Bienestar Social de Castellví ha explicado que en estado segunda ola de covid-19, “la situación de la gente mayor es un poco diferente respecto al mes de marzo”.
Más cansados
Castellanos ha señalado que se ha constatado, que los habitantes de Castellví “además de sentir inquietud por el coronavirus, ahora están más cansados para hacer frente a una situación que se alarga y este hecho tiene también un impacto psicológico que debemos tener en cuenta”. La edil ha insistido en que, desde el consistorio, se ha optado por volver a poner en marcha el servicio de control telefónico “para saber cómo se encuentran, cómo se sienten y hacerles el acompañamiento necesario”.