Fernando Martín

Aspectos sociales de la pandemia

Fernando Martín | Viernes 08 de enero de 2021
Aprincipios de 2020, alrededor del 80% de la población española presagiaba un año mejor que 2019.

Todos hemos acumulado opiniones y sentimientos contradictorios con el avance de la epidemia, pero el que más ha impregnado es la preocupación desde que la OMS declaró la pandemia el 11 de marzo.

Una actitud que ha llamado la atención de la sociedad española es encontrar a una ciudadanía resiliente durante todo el confinamiento, a pesar de que la mayoría empeoró su estado de ánimo general. Así, alrededor de la mitad de los españoles declaró que tenía ansiedad y dificultades para dormir.

Asimismo, conviene destacar el 2020 como el año del agradecimiento. En la primera ola, la mayoría de los españoles consideraba que el personal sanitario estaba preparado para hacer frente a la epidemia pero no contaba con los medios necesarios, y efectivamente, la crisis hospitalaria en las primeras semanas del confinamiento evidenció las carencias de nuestro sistema de salud.

En cuanto a la crisis económica provocada por la pandemia y los perjuicios generados en el desempleo, conviene reseñar que al inicio del año, el optimismo económico era el mejor desde 2007, y ahora es realmente bajo. La mayoría de los españoles cree que España tardará más en salir de la crisis económica que nuestros vecinos europeos, donde el impacto será menor.

El 2020 ha traído la adaptación del teletrabajo, evaluado positivamente por quienes lo han experimentado, con una opinión generalizada para conciliar vida familiar y laboral, aunque no se determina si dicha opción, que en todo caso habría de implementarse gradualmente, resulta más productiva que la presencial.

Otro factor que preocupa especialmente es la política. Acabamos el año con las actitudes de los políticos como uno de los principales problemas. La crispación ha pasado factura y deteriora la confianza de los ciudadanos en la clase política, quienes tenían un anhelo casi unánime de un pacto entre las fuerzas políticas y los agentes sociales para salir de la crisis, aunque lo consideraban altamente improbable.

Finalmente, este año se han enfrentado economía y salud, lo cual ha dividido a la sociedad española. El dilema en cuanto a avanzar en la recuperación económica en perjuicio del final de la pandemia o viceversa. Esa disyuntiva entre seguridad sanitaria y reactivación económica ha variado a lo largo del año, desde una gran confianza durante el verano hasta una sensación de desasosiego desde el mes de septiembre.

En cuanto al futuro, la vacuna constituye la gran esperanza. En España más del 95% confía en los beneficios de la misma, pero en este caso estamos ante un hito de la ciencia al acortar el periodo para desarrollar la vacuna. Por ello, hay quienes albergan dudas y reticencias. Lo fundamental es vacunarse por nosotros y los demás, por solidaridad. III