Son como un tesoro escondido y para resultar todavía más misteriosos suelen ocultar un enigma, que hay que descifrar para entender su significado. Para descubrir estas pequeñas joyas patrimoniales – a veces sin aparente sentido- es necesario estar atento cuando se pasea por las aceras o, en su defecto, tener un buen mapa explicativo del lugar. Pero si se trata de la ciudad de Barcelona, existe una tercera opción, que además es la más recomendable: la colección Barcelona Secreta (Viena Edicions), del periodista y escritor barcelonés, Xavi Casinos, del que acaba de ver la luz la segunda entrega.
Casinos, que combina el oficio de escritor con el de Director de Comunicación del Ayuntamiento de L’Hospitalet, lleva desde el verano de 2014 publicando semanalmente un artículo en una sección de la edición digital de La Vanguardia que se llama igual que los libros: Barcelona Secreta. El primer artículo desveló el significado de la enigmática calavera del puente del Bisbe, que une el edificio de Generalitat con la Casa dels Canonges. Desde entonces ha escrito más de 300 reseñas, 60 de las cuales dan forma a Barcelona Secreta Volum II.
El autor es desde niño un aficionado a escudriñar la ciudad y también las librerías de viejo, en busca de secretos y pistas que le conduzcan al siguiente misterio por resolver. Parte de la culpa de este peculiar hobby la tienen los dos volúmenes del libro Barcelona y sus misterios, de Antoni Altadill, que su padre le compró –después de mucho insistirle- cuando tenía 15 años al precio nada despreciable de 3.000 pesetas de la época.
Por ahora, Xavi Casinos solo se ha dedicado a recopilar secretos de la capital barcelonesa pero ya se está planteando ampliar su radio de búsqueda a los municipios del área metropolitana, donde a buen seguro que le aguardan un sinfín de curiosidades ocultas.
Mientras el escritor no da ese salto geográfico, hay que disfrutar con sus descubrimientos en la capital catalana que bien merecen una lectura y hasta una visita. De Barcelona Secreta Volum II destacan los fascinantes artículos sobre la réplica barcelonesa del Patio de los Leones de la Alhambra (que está en el interior de un edificio de la calle Berlinès, en Sant Gervasi), las jardineras del Palau Moja (situado en la esquina de la Rambla con Portaferrissa) y que en realidad son las antiguas bañeras de los marqueses de Comillas, o el relieve de un Sant Jordi que parece que lleva un casco de astronauta que se encuentra en una de las fachadas laterales del Palau de la Generalitat, en la calle del Bisbe y que es obra del escultor Pere Joan de principios del siglo XV. Y asi, decenas y decenas de secretos que de un plumazo quedan al descubierto. III