La lucha contra los molestos mosquitos nunca se detiene, ni siquiera con el final del verano. El servicio de control de mosquitos del Baix Llobregat, dependiente del consell comarcal, está experimentando con dos nuevos tipos de trampas para este tipo de insectos dentro de una iniciativa internacional –denominada AIMC-Survey- en la que participan 60 servicios similares de una veintena de países.
Los nuevos tipos de trampas tienen como diana diferentes estadios de la vida del mosquito. Así se está probando un cebo de oviposición (para capturar huevos) y un segundo que se base en el dióxido de carbono. En total se han colocado 15 trampas de oviposición, organizadas en tres grupos de cinco, en los municipios de Sant Feliu, El Prat y Molins de Rei. La única trampa de dióxido de carbono se ha instalado en Sant Feliu.
El estudio tiene un doble objetivo. En primer lugar, establecer "comparaciones entre los diferentes países participantes países” de cara a lograr “una mejor cooperación e intercambio internacional". Además, la experiencia va a servir para obtener "más datos locales que confirmen la dinámica de la especie en puntos concretos de los municipios", según fuentes del Consell Comarcal del Baix Llobregat. Los dos ensayos internacionales se están realizando “de una forma "altamente protocolizada", han destacado las mismas fuentes.