Martorell

El fin del peaje de Martorell da alivio al déficit histórico de infraestructuras

Xavier Adell | Viernes 03 de septiembre de 2021
Las barreras de la autopista AP7 han lastrado durante años el desarrollo económico, la competitividad empresarial y la movilidad. La gratuidad del vial reducirá el impacto ambiental, la contaminación y la siniestralidad pero mermará la recaudación del IBI en el municipio

El peaje de la AP7 en Martorell ya es historia. La gratuidad de la autopista pone fin a una herida histórica que venía sangrando al Baix Llobregat, L’Hospitalet y al entorno metropolitano pese a que la construcción del vial llevaba años amortizada y el pago podría haberse suprimido antes. Las barreras de la autopista han barrado también el desarrollo económico, la competitividad de las empresas y la movilidad del territorio, durante 50 años. Aunque todavía quedan otras deudas históricas que saldar en materia de infraestructuras los agentes sociales comarcales -sindicatos y patronal- coinciden en que se abre una nueva etapa, no exenta de inciertos claroscuros, como el futuro modelo de gestión.

Rosa Fiol, vicepresidenta y directora general de la Asociación de Empresarios del Baix Llobregat y L’Hospitalet (EAEBALL-UPMBALL), recuerda que, por su carácter estratégico, el extinto peaje de Martorell “ha penalizado durante años la entrada y salida de mercancías y la movilidad y, por tanto, ha perjudicado a la actividad económica y a la población del Baix”. “El peaje se tendría que haber eliminado hace años, pero más vale tarde que nunca”, incide Fiol.

Josep M. Romero Velarde, secretario general de CCOO del Baix Llobregat, Alt Penedès, Anoia i Garraf, destaca que la supresión del peaje podría conllevar “una reducción del impacto ambiental”, porque se acabaría con las largas rutas para esquivar el pago que generan más contaminación, un efecto conocido como re-enrutamiento. Si esto sucede “es previsible que se rebajen las emisiones de CO₂, de partículas y gases contaminantes e, incluso, los accidentes en las carreteras, muchos de ellos relacionados con la actividad laboral”, precisa Romero. Uno de los beneficiarios de este cambio de hábitos podría ser la N-340, especialmente en el tráfico de vehículos pesados. No obstante, el dirigente de CCOO advierte que la circulación gratuita puede generar “un efecto llamada” que sature la vía.

El territorio se beneficiará del fin del peaje, pero las arcas municipales de Martorell se resentirán. En el plenario celebrado el pasado 19 de julio, el alcalde de la ciudad, Xavier Fonollosa (PDeCAT), avanzó que la desaparición de las barreras de la AP7 restará “unos 35.000 euros” al erario local, También se comprometió a facilitar los datos exactos en el pleno de este mes de septiembre. Juan Carlos Fernández, secretario general de UGT del Baix Llobregat, sostiene que la cifra “parece poca cosa” si se compara con lo que dejarán de percibir en concepto de IBI otras ciudades que también acaban de liberar su peaje de la AP7, como Sant Celoni (Vallès Oriental), que dejara de cobrar 470.790 euros.

Otro de las secuelas directas de la desaparición de las barreras del Baix Llobregat es que prácticamente “imposibilita la posibilidad de avanzar en la incentivación del uso de vehículos más eficientes, de uso compartido o la modulación de las tarifas aplicables en función del tipo de desplazamientos realizados, como los que son por trabajo”, subraya Romero Velarde.

Una reconversión integral del sector que ya llega tarde
La desaparición del peaje de Martorell tiene una cara negativa: la destrucción de puestos de trabajo. La concesionaria Abertis ha puesto en marcha un ERE que afecta a 348 empleos en Cataluña. En concreto, en la cabina principal de Martorell (ACESA) y los centros de control de Villafranca del Penedès, Sant Sadurní d’Anoia y Gelida se perderán unos 120 empleos (80 de control y 40 de jardinería) algo que resulta “socialmente preocupante” para Juan Carlos Fernández, secretario general de UGT del Baix Llobregat. “Es más que probable que los afectados sean vecinos de la comarca, que pasarán a engrosar la muy elevada lista de parados del Baix Llobregat”, denuncia. Josep M. Romero Velarde, secretario general de CCOO en la comarca, lamenta que el cierre de los peajes no ha ido acompañado de un plan global pensado para las plantillas de las concesionarias de la autopistas. La gratuidad de la AP-7 “llega tarde a la hora de impulsar una reconversión integral del sector, que permita el mantenimiento de los 1400 puestos de trabajo directos de las actuales concesionarias de peaje y los vinculados a las empresas de mantenimiento y conservación”.