JOSEP CASAS Y JOSEP CASAS, los primos Casas
Joan Doménech Pau, lo exótico
La buena acogida, hasta con exportación incluida al Benelux, le convenció de dedicar el 90% de su producción a esta planta; el resto a la albahaca, eneldo, romero, cebollinos. Todo envasado (nivel 2) en una barqueta que será pronto totalmente biodegradable, como desea el público; el tema le da pie para comentar el encarecimiento y mal uso por parte de Mercabarna de las cajas de plástico y su extraño tráfico. En Almería, en el llamado huerto de Europa, y en Marruecos, le ha surgido alguna competencia; pero a su favor, juega el factor proximidad.
Al ser el introductor de un producto exótico a los usos habituales del Delta, se le pregunta a Joan sobre las plantaciones de cáñamo industrial en nuestro Parc Agrari. No se muestra desfavorable a su introducción, aunque advierte, a día de hoy, de la complejidad del tema como cultivo legal y de la obligada conveniencia de pactar arrendamientos con empresas especializadas y dificultándose así la venta directa al agricultor. Esperar y ver es su postura. Faltan leyes reguladoras y protocolos claros de supervisión de las plantaciones de cáñamo, en una situación “alegal” en la práctica.
Donde se muestra más decidido es en la implantación de placas solares en sus instalaciones. Junto a estas, en un invernadero de su propiedad, unos cultivadores chinos cultivan plantas comestibles para su particular gastronomía.
Doménech se queja del exceso de jabalíes, un animal destructor y peligroso que prolifera en exceso. Y sobre la prevista ZEPA, o reserva de avifauna, es contrario por las limitaciones que supondrá para los cultivadores. Recuerda los estropicios por gaviotas en invernaderos, sin ninguna compensación por daños. Aunque afiliado a UP, desconfía del Consorci Parc Agrari, del que permanece al margen.
Hace años, Joan, con una incipiente lesión lumbar por el cultivo de la coliflor, meditó, calculó y decidió su giro al cilantro y plantas de condimento. En este largo período, comprobó su acierto; y además su hijo y nuera china, le han dado dos nietos euroasiáticos que apuntan condiciones precoces. Tal vez su derivada al cilantro tuvo indirectamente otras felices realidades. Hoy, el cilantro es un producto aún exótico, pero en auge.
Pere Martín Puig, un pagés innovador
Ya el abuelo emigró a tierras catalanas, prosperando con el cambio, y el padre de Pere, un hábil tractorista, consolidó el progreso de la propiedad; hoy su familia controla 55 hectáreas de terrenos en Sant Boi, el Prat y Santa. Coloma. A la vez disponen de una parada en Mercabarna y dan trabajo a 11 empleados. Pere estudio FP mecánica y a los 13 años se inició en la práctica agraria familiar. Sus hijos cursan estudios superiores y él duda sobre su relevo al frente de la empresa.
Hay, sin desdoro para nadie, un grupo de agricultores en vanguardia. Pere Martín está entre ellos. Ejerce la agricultura intensiva mixta, con cultivos diversificados y rotatorios; con un buen rendimiento que con los efectos del Covid no ha disminuido y que sus grandes clientes le han reconocido. Si bien, se muestra alerta sobre el alza de precios de abonos y desabastecimientos estratégicos, que pueden anunciar una crisis.
Nunca se ha aislado y ejerce de vocal en el Canal Dreta, al que considera necesario remozar, pero asegurando la eficacia de las futuras innovaciones y mejorando la gestión de aguas subterráneas de zona, según el nuevo Plan de aguas subterráneas 2022-2027. Cuando ejerces en un ámbito semi-expropiado, como es el Parc Agrari, te encuentras con dificultades extras para ejercer tu hiper-regulado oficio (PAC, DUM, DAM). Y el añadido de las reservas de avifauna (ZEPAS) con sus limitaciones de caza. Sobre esto, comenta los 1.800 €/hectárea que reciben los arroceros del Delta del Ebro por los daños de los patos. Aquí es un hablar, allá una realidad. Sobre la no ampliación del Aeropuerto por causa de la Ricarda, se muestra tan escéptico como el naturalista Sargatal, dado lo forzado de las maniobras de despegue junto a ella.
Me cuenta que hace años intentaron multarle por haber pintado su masía, también las dificultades arbitrarias con los vallados y casetas, así como el denegarle el permiso para construir una pequeña instalación fotovoltaica. Pero ahora es peor, le han bloqueado la instalación de una balsa de riego, parecida a la que permanece sin inaugurar -junto al Canal Dreta-, hecha con fondos FEDER. Su idea era mejorar la calidad del agua de riego, pero el Ayuntamiento de Sant Boi, vía Consorci Parc Agrari, han instrumentado una moratoria para impedirlo.
Como empresario agrícola siempre dentro de la legalidad, Pere tiene unas tierras arrendadas para el cultivo del cáñamo en condiciones autorizadas y supervisadas por las autoridades sanitarias y policiales. No es el único de la zona, por supuesto, y hasta la UPC de Castelldefels coparticipa en investigaciones de uso industrial y médico en otras plantaciones. Para muchos, el “cáñamo” es el nuevo oro del campo. Las utilidades industriales y médicas están fuera de discusión y reconocidas por la UE desde el 1999, y cada país regula la de uso lúdico. El PSOE-Podemos en el gobierno ya tienen previsto legislar el tema. Mientras tanto, zancadillas y trabas, incluso a las plantaciones legales y controladas como las de Pere Martín. La burocracia de segundo y tercer nivel es mucho peor que la de primer nivel, aunque no se pueden poner puertas al campo. Porque los campos del Delta son óptimos para todo tipo de cultivos, inclusive el cáñamo. III