Los vecinos del Baix necesitan soluciones ya. Cada día son miles los vehículos atascados en los accesos y salidas de Barcelona a su paso por nuestra comarca. El nudo del Llobregat sigue parado, sin un horizonte claro de finalización. El uso del vehículo privado no es un capricho sino una necesidad para muchas personas que lo necesitan para acceder a sus puestos de trabajo o de estudio.
Y es que no existen suficientes alternativas de transporte público que permitan dejar el coche en casa. ¿En qué punto se quedó el olvidado metro del delta que hubiera dotado de suburbano a ciudades como Sant Boi, Viladecans, Gavà o Castelldefels? ¿Por qué el tripartit (PSC, ERC e iCV) lo pararon? ¿Qué pasó con el desdoblamiento de cercanías entre Cornellà y Castelldefels que también duerme el sueño de los justos?
La Generalitat de Cataluña se olvida que existe nuestra comarca. Pero es que tampoco desde aquí se reclama con fuerza las inversiones que necesitamos. El PSC que gobierno en la mayoría de las grandes ciudades del Area Metropolitana y en el Consell Comarcal, poco hace para levantar la voz contra sus socios preferentes. Tampoco el gobierno de Pedro Sánchez pone el foco en nuestro territorio, que nuevamente se verá discriminado en los Presupuestos Generales del Estado para el 2022.
No podemos consentir que el Baix Llobregat sea un cambio de cromos entre socialistas y separatistas que se reparten el poder en el territorio sin apostar realmente en poner sobre la mesa las necesidades que desde hace décadas están sin resolver.
Por ello, es necesario trabajar en el cambio que la comarca necesita. En tener nuevos gobiernos que tengan las ideas claras para exigir y reivindicar lo que corresponde a una de las comarcas con mayor población e importancia. Muchos vamos a trabajar para hacerlo posible. III