Los 11 vecinos y vecinas “picapuertas” han extendido el programa A-porta por 694 viviendas en los últimos 10 meses
El proyecto A-porta ha sido desarrollado por la Confederación se Asociaciones de Cataluña, IesMed SCEL y el Ayuntamiento de Viladecans y tras 10 meses de trabajo, este 1 de febrero han sido presentados los resultados y conclusiones que se han obtenido tras este tiempo de trabajo.
La presentación de los resultados tuvo lugar en un formato virtual al que asistieron la teniente de alcalde de Viladecans de Servicios a la Ciudadanía, Gisela Navarro; y el presidente de la CONFAVC, Jordi Giró. Y contó con la intervención de la directora de Acción Social de Aguas de Barcelona, Sònia Hernández; el ex coordinador de A-porta en Viladecans, Celso Pérez; y la coordinadora de A-porta de Viladecans, Laura Liñares. Así como han participado 5 vecinos y vecinas que han trabajado en la primera fase de picapuertas.
11 vecinos y vecinas del barrio han llevado a cabo la labor de presentar el proyecto A-porta, con la finalidad de informar en términos de vulnerabilidad energética y luchar con la soledad indeseada. En la ejecución del programa se ha detectado que cerca de un 7% del total de 694 viviendas, donde se ha trabajado, sufre algún tipo de vulnerabilidad y 2 de cada 3 hogares pasa por un sobrecoste de la facturación en los suministros básicos de necesidad. El programa A-porta ha detectado 41 personas que viven en una situación de soledad en la primera fase que continuará con una segunda etapa en el barrio de la avenida del Molí.
En la primera fase, los 11 trabajadores del barrio de la Montserratina han aconsejado a sus vecinos y vecinas visitando todas las viviendas. El objetivo ha sido dar consejos y ofrecer recursos para concienciar sobre cómo tener un consumo de energía responsable; como preparar los hogares ante el frío; o como reducir el coste en la facturación de los suministros básicos. El trabajo de los picapuertas ha conllevado entrevistas de cerca de 29 minutos en un total de 694 hogares, en las que 285 se encontraban ausentes, 152 fueron denegadas y 51 se aplazaron. Se ha realizado también un seguimiento de las visitas en 81 casos en que se ha comprobado que los consejos que se dieron en una primera visita se estaban aplicando correctamente.
Este excelente trabajo se ha producido también en parte gracias al trabajo conjunto con los servicios del Ayuntamiento y en los que según ha afirmado el coordinador del proyecto en el barrio, Celso Pérez, “nunca habíamos conseguido llegar tan lejos como hemos llegado en Viladecans”. En este sentido, se han atribuido los méritos, no solo al trabajo de los picapuertas, sino también a la buena disposición del consistorio y a la parte técnica, llegando incluso a detectar nuevos caminos en el proyecto.
Los Picaportes han trabajado siguiendo los indicadores que fija la Oficina de Estadística de la Unión Europea (Eurostat) para medir la vulnerabilidad energética en los hogares. Se ha detectado que en un 7% de las viviendas se ha producido algún retraso en el pago de las facturas del servicio y que 1 de cada 14 viviendas podría encontrarse en situación de pobreza energética.
De las conclusiones obtenidas, destaca que dos de cada tres hogares sufren un sobrecoste en las facturas de energía, por contrataciones de potencias elevadas o por no tener acceso al bono social por desconocimiento de su existencia. Y se han detectado algunos casos en que los vecinos pagaban de más en las facturas de suministro de agua debido a una mala aplicación de los tramos o por no solicitar la tarifa social.
Gracias a la detección de los picapuertas de 41 personas que se encuentran en una situación de soledad, han conseguido que se ofrezca acompañamiento con los recursos de los que dispone el municipio de Viladecans.