El día 13 de febrero, se celebra el día mundial de la radio auspiciado por la UNESCO y que se conmemora desde el 2012 a propuesta española
En nuestra costosa emisora municipal Radio S. Boi con sus 42 años y sus 343.366 euros/año, más la cesión gratis de local municipal; no se han sentido especialmente concernidos por los temas propuestos este año. Tal vez por ser los primeros de la comarca y terceros de Cataluña.
Enumeremos:
1.Confianza en cumplir la ética periodística para que informar sea verificable, de interés público y de exigencia con los poderosos.
2.Confianza para cuidar a los oyentes e innovar con las plataformas digitales para ser accesibles a los discapacitados.
3. Confianza en la independencia, que precisa sostenibilidad financiera para mantener una audiencia fiel y para sobrevivir a la crisis de los medios informativos.
Son lemas que la secretaria general del UNESCO la franco.marroquí Audrey Azoulay, remacha con lo de necesaria independencia y diversidad de sus voces y protagonistas. Muchas radios piratas de los años 70 desaparecieron, pero Radio S. Boi pasó a ser municipal y hasta ahora, mantiene una línea de aficionados con nota. Sean programas de folk , toros, misceláneas de emigrantes, música popular…pero con el marchamo personal del interviniente; que suele carecer de los rudimentos profesionales que se suministran en las facultades de Información o incluso en escuelas de FP de video/discoteca y sonido. Dándose de existir esta nueva mayor exigencia a) la oportunidad para estudiantes “junior” de relevar a los veteranos aficionados: encerrados siempre con su juguete radiofónico b) Hacer una radio interactiva que interese a la colectividad y la colme en sus necesidades; sea con el coronavirus, sea con el obligado refuerzo educativo y cultural, provocado por la suspensión de la enseñanza presencial.
Llevó años insistiendo en la necesidad de crear un Consejo Local de Medios y de aperturarse a la oposición municipal; con un mayor minutaje de información política, hasta vía “pod-cast”, ahora utilizado en cosas fútiles. Sin haber conseguido del edil Aguilà Esteve, más que unas tibias anuencias en los Plenos, y demorando “ad infinitum” su aplicación práctica. Seguro que hay una inercia al cambio interno, que no se explica por su insignificante cuota de audiencia, ni por los recelos de su director o colaboradores diversos.
En Martorell toda la oposición protestó hasta el “Síndic” Ribó en pos de una mayor apertura de su radio y entre nosotros se ha considerado recurrir a la síndica Vallejo (?). Una ciudad de 84.000 hab. con muchas carencias materiales, debería virar hacia una radio de tipo cultural y social como la misma Radio ONU lo es; radiofonía de servicio, no de puro entretenimiento y evasión, la llamada “radio grifo” que emite en el vacío. La radio pública local debe ser sostenible por su audiencia y hasta con patrocinios, y de no serlo corre el riesgo de desaparecer o privatizarse como es el deseo de Presidencia de la GENCAT desde el 2021 al favorecer la cesión a privados, conforme a la directiva UE. Me gusta el lema 2022 del día mundial de la Radio, -la confianza en la radio-, con información plural y cierta. No acabemos como “Radio Humedales” un regalo al sandinista S. Miguelito para adoctrinar. Confiemos en que no sea así.