Sant Boi, como ciudad, tiene dos primacías nacionales: tuvo el primer manicomio de España en 1854 con el doctor Pujadas, y también en 1921 se fundó el primer club de rugby con el veterinario Aleu.
Mientras que, en salud mental, no se está en vanguardia, con el rugby, aún con altibajos, se mantiene un digno protagonismo, que este año ha culminado con un campeonato de España.
Ambas entidades cuentan como factores de desarrollo social e incluso son señas de identidad en todos los informes encargados, sobre una ciudad que con sus 85 mil habitantes precisa desmarcarse, de la pura consideración de “ciudad dormitorio”.
Existen otros deportes, como el fútbol con alcances más modestos, pero con más seguidores y el singular béisbol, en auge, pero muy ligado a lo sudamericano.
Las 700 personas, el 6.6.22 que vitoreaban a los campeones ante el Ayuntamiento tenían ganas de mucho más. Seguro, tras el COVID, la crisis económica y la guerra en Ucrania, querían desahogarse y el rugby -“Un juego de bestias, jugado por caballeros”- lo permite con sus reglas y el llamado “tercer tiempo”, donde todos los contendientes, al final del partido, confraternizan con buen estilo.
Es ideal para educarse en las dificultades. Aunque no es un deporte proletario, la semi profesionalización del rugby se va imponiendo y ese es el gran peligro para una ciudad de renta baja y con carencias sociales. El rugby debe conseguir reducir su dependencia del Ayuntamiento y lograr vías de patrocinios extras, una autonomía que los directivos reconocen no tener.
La victoria, con una primeriza presidenta, debe ser una pausa para reencontrarse con la esencia más noble y educadora de este deporte y si no se consiguen más éxitos, no pasa nada.
A la vez, como muchos de los invitados a la fiesta, reconocían que ya estamos en campaña electoral y cualquier evento de signo positivo, que el Ayuntamiento por protocolo, pueda capitalizar, será un activo electoral PSC a su favor; máxime cuando con 42 años en el poder seguidos, ya podemos hablar casi de la “Firma”; como en Inglaterra se refieren a la profesional familia real.
Nuestro equipo de rugby es multinacional, pluriracial y seguro que con una tutela gerencial. Hasta podrá aportar más de lo que recibe a la ciudad que lo acoge con generosidad y simpatía, porque es justo reconocer que muchos no practican este deporte e ignoran sus reglas. Hechos que dificultan el conseguir grandes aforos y buenas taquillas del público no practicante, pero que sí podría asistir a un espectáculo deportivo en vivo con regularidad.
Sus numerosos trofeos, se completan con este último campeonato, un resellado exitoso de tantos éxitos pasados, con un centenario 1921-2021, reciente y oportuno.
Esperamos su autonomía financiera y un mayor eco social para mejorar su alianza ciudadana.