El Mitma ha aprobado definitivamente el proyecto de trazado para la terminación de las obras de una infraestructura que se proyectó para los Juegos Olímpicos de Barcelona 92. La ratificación es solo un paso más en un proceso que todavía puede tardar años en darse por concluido.
El vial que conectará el tramo interurbano de la Ronda Litoral (A-2) con la autopista C-32 por Sant Boi de Llobregat no tiene todavía fecha de ejecución, pero ya se ha aprobado su nombre (B-25) y su recorrido definitivo. El Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (Mitma) ha anunciado este martes la aprobación definitiva del proyecto de trazado, una vez concluido el periodo de exposición pública iniciado hace casi un año. El paso -de gigante si se tiene en cuenta que está pendiente desde los Juegos Olímpicos de Barcelona 92- es solo una imprescindible vuelta de tuerca más en el proceso del proyecto, pero no la definitiva.
El anuncio del Mitma es importante porque tras la superación del periodo de exposición pública a partir de ahora podrá acometerse la redacción del proyecto de construcción de la “prolongación de la Autovía del Baix Llobregat entre la Ronda Litoral y la autopista C-32 (antigua A-16)”, en la provincia de Barcelona”, que es como se denomina oficialmente el tramo, y que es es estadio previo al inicio de las obras. Por lo tanto, la ejecución total de la autovia todavía podría demorarse, un mínimo de tres o cuatro años.
El futuro ramal B-25 (que tampoco tiene fecha de inicio de obras) tendrá una longitud de 2,26 kilómetros, que tiene un presupuesto de 45 millones de euros, incluye un carril bici de 1.300 metros y la mejora de siete nudos viarios, que mejorarán las conexiones en el Baix Llobregat y aliviarán el intenso tráfico que pasa por la siempre colapsada rotonda de La Parellada, en Sant Boi.
El tronco central tendrá siete accesos: por Cornellá desde la A-2, por Sant Boi y Cornellà desde la carretera BV‑2002 y el casco urbano de Sant Boi, un tercero desde el norte de Sant Boi también por la BV-2002, dos más desde la C-31c, un sexto en el sur de Sant Boi desde la C-32 y el polígono industrial Les Salines, y el último en la C-32b, en el polígono industrial Mas Blau de El Prat, desde el que se accederá al centro de esta ciudad.
Asimismo, el proyecto incluye la terminación del vial del Centro Direccional en El Prat y la duplicación de carriles y la construcción de dos ramales diferenciados en el vial que conecta las carreteras BV-2002 y BV-2005 con el enlace 602 de la autovía A-2, en Sant Vicenç dels Horts. La ejecución de estos trabajos facilitará la conexión directa sin tener que pasar por la glorieta que funciona como salida natural desde Torrelles de Llobregat.
También se van a implementar unos 1.300 m de carril-bici de unos tres metros de anchura, que alcanzaran los cinco metros de ancho al sur del río Llobregat. El carril discurrirá a lo largo del trazado de la carretera B‑25 desde el camino de acceso a la planta potabilizadora (ETAP) de Sant Joan Despí hasta la rotonda de La Parellada.
Fuentes ministeriales han explicado que se va a actuar sobre 24 estructuras, “ya sean de nueva construcción, o ampliaciones, modificaciones o sustituciones de los sistemas de contención de las existentes, constituyendo los enlaces a distinto nivel y dando permeabilidad a la autovía frente a los cursos de agua, carreteras, vías de ferrocarril y caminos interceptados por el trazado”. Esto significa que se va a acometer la ampliación del viaducto del río Llobregat y la construcción o mejora de 12 pasos inferiores, seis pasos superiores y cinco muros, más los sistemas de contención de otras cuatro estructuras existentes.
Como la futura autovía va a discurrir por una zona peri-urbana, se van tener que desviar y reponer 73 líneas de servicios: eléctricas y telefónicas, tuberías de abastecimiento y saneamiento de aguas, canales de riego y tuberías de gas, entre otras.