Sant Boi

El agricultor samboyano Lluís Parés distinguido con la Creu de Sant Jordi

Lluis M Estruch | Miércoles 29 de junio de 2022

La concejal Olga Puertas logró hace tres años que el pleno municipal y el Ayuntamiento de Sant Boi impulsaran su candidatura que ahora ha sido refrendada por la Generalitat de Catalunya. Parés, que bebió de las mismas fuentes que el "Emilio" de Rousseau, recibirá la medalla el próximo 11 de julio en Mataró.



A sus 76 años, el samboyano Lluís Parés, payés desde los 15 años hasta los 65 años, le gusta decir que la “Creu de Sant Jordi” concedida y que le será entregada el próximo 11 de julio en Mataró, la quiere compartir y la debe “a muchos”. Todo empezó con la edil Olga Puertas, que solicitó la concesión del mérito en un pleno municipal de Sant Boi hace tres años. Tras la sorpresa, el consistorio local decidió impulsar su candidatura y a partir de este momento, la suma de adhesiones prosiguió hasta alcanzar un registro considerable. Ahora en su casa, compartiendo con nietos, hija y esposa -de natural muy sobrios como él mismo,- hay alegría, mucha alegría.

Parés nacido en 1946, en una doble y dura postguerra, siempre a través de su padre, aprendió las nociones de la lucha de los arrendatarios por mejorar sus condiciones de vida. Su padre, hombre de pocas palabras, había sufrido represalias por su actividad rebelde. Preocupado por el rendimiento escolar y la naturaleza un tanto enclenque de su hijo, se decidió a “internarlo” en un colegio de Buscarolas, en la sierra del Montseny. Los buenos aires y la tutela de una maestra “xueta” contribuyeron en los cinco años pasados allí a recuperarlo y mejorarlo.

De "Emilio" a Parés

Con un cierto tipo de educación roussaniana (hay mucho de" Emilio" en Parés) y con mucho contacto con la naturaleza, aprendió lo preciso en una pequeña escuela mixta de 20 alumnos. Allí comprobó “in situ” las duras condiciones de los payeses de montaña, mitad ganaderos y mitad forestales y que hoy con tantos incendios, echamos en falta en nuestros descuidados montes y bosques.Tal vez en este minúsculo pueblo, se encuentren las claves de su vida posterior.

De vuelta a Sant Boi, con su bachillerato elemental, Parés empezó a ayudar, en las cuatro hectáreas que su padre consiguió comprar tras sus duros enfrentamientos con los grandes propietarios. Muchos de sus compañeros de oficio desertaban del campo y se incorporaban a fábricas y oficinas, en un Sant Boi desordenado por la inesperada emigración del sur.

Triplicar la población significó chabolismo, pisos compartidos y desarraigo, aunque al poco tiempo, aquel flujo significó una nueva prosperidad general.

Extracción de áridos y recuperación

En los años 70, con el “boom” de la construcción, los grandes propietarios con decrecientes rendimientos, arrendaron sus tierras para la extracción de áridos, haciendo de algunas de ellas terrenos inservibles para el cultivo. Una finca que puede tomarse como ejemplo son las 35 hectáreas de terreno del Pla d’en Mas” que Parés se ha esforzado en recuperar para el cereal. Ha sido un desquite simbólico contra un amo injusto.

La autoventa de sus productos en los mercados de abastos, a cargo de las mujeres de los payeses, hizo prosperar a muchos de los pequeños cultivadores. Productos de huerta y fruta eran vendidos sin problemas en el territorio e incluso exportados en vagones frigorizados a Europa. Una gran y próspera época que el desarrollo urbano de Barcelona hacía peligrar, por la gran avidez de suelo urbano e industrial, amén de las servidumbres de paso de redes e infraestructuras.

Zonas 24 y sindicatos

En 1976, se aprobó el Plan General Metropolitano (PGM) de Serratosa y Solans y con este plan la calificación urbanística de las denominadas “zonas 24” (terrenos rústicos protegidos de valor agrícola) que nos aseguraban una reserva de suelo para la payesía del futuro. La democracia municipal llegó y se aplicó el PGM. En Sant Boi en una aventurada transición agraria, surgía la Unió de Pagesos (UP), enfrentada a los restos del sindicato vertical franquista conocido como la Central Nacional-Sindicalista (CNS) y la Hermandad Sindical de Labradores.

Concejal de Agricultura

Parés consideró útil, como muchos, participar como concejal de Agricultura en el Ayuntamiento ya democrático de Sant Boi, en los primeros equipos del PSC en la ciudad. Él puso sus condiciones y le fueron aceptadas: Impulsó la vigilancia rural, desarrolló los caminos rurales e impuso limitaciones a la caza. Tras unas graves discrepancias urbanísticas, dimitió de sus funciones en 1983.

En su periodo se impusieron tres medallas de oro a personajes de significación derechista: El exalcalde Martí Lladó, Carles Martí-Vila, cronista, y a Josep Pujadas de la Cooperativa Agraria. Era una forma de reconciliación agrarista, que gustó a muchos.

El Parc Agrari

En 1996, formó parte del trío que consiguió del entonces alcalde de Cornellà y presidente delegado del área de Agricultura y Medio Ambiente de la Diputación de Barcelona (DIBA),José Montilla,,la calificación de “Parc Agrari del Baix Llobregat” para las zonas 24 del PGM en el Delta del Llobregat. Las reservas de suelo se blindaron y pasaron a ser de la DIBA en su gestión agraria.

Las cuatro hectáreas iniciales que compró el padre de Lluís Pares (y con las que sobrevivía la familia) deberán ser ahora más de 60 hectáreas para que la rentabilidad agraria compense el duro esfuerzo actual.

Zonas ZEPA

Hoy Lluís Parés Ramoneda, permanece ya jubilado, pero sigue siendo realista y se mantiene un tris alerta, lo mismo que hacía su padre en su ingenua infancia. LEs realista pero precavido con las últimas propuestas de la Unión Europea (UE) y los ecologistas de Depana relativas a crear una Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA) de 4.000 hectáreas en la reserva natural del Delta del Llobregat, que “invaden” el Parc Agrari.

A la vez el gestor aeroportuario AENA no desiste de su proyecto de gran aeropuerto intercontinental en El Prat, tampoco el Port de Barcelona y las líneas de Ferrocarril (el llamado ‘metro del Delta’) y los proyectos de mejora hidráulica esperan su turno. Al mismo tiempo, tres ayuntamientos (Sant Boi, Viladecans y Gavà) hablan de impulsar un nuevo “Hub” agrario intensivista y tecnificado al que Depana se opone. Depana es el David en esta lucha, pero goza de la protección de SEObirdlife, un lobby muy influyente en Bruselas.

Juego de trileros

Con su larga experiencia negociadora a sus espaldas, Parés define, como un “juego de trileros” las últimas propuestas relativas al Parc Agrari. A él le gustaría que permaneciera como terreno cultivable, aunque sea cambiando el tipo de cultivos si fuera necesario. No es maximalista, porque lo quiera o no, pertenece a esta élite sindical, que Orwell describió en su libro “El camino de Wigan Pier”. Parés sabe que hay que negociar con habilidad y paciencia para mejorar cualquier cosa. Un reciente viaje a Madrid, le ha convencido de ello.

Lluís Parés es -tras el jugador de baloncesto Pau Gassol- el segundo samboyano en colgarse al cuello la medalla con la Creu de Sant Jordi. También es el segundo payés que lo recibe, tras María Rovira. Este año también recibirá el máximo reconocimiento de la Generalitat catalana, y de forma merecida, Marina Vilalta, una pastora de 92 años.