Baix Llobregat

Una flota envejecida pone contra las cuerdas la red de autobuses del Baix

José Barbero

Viernes 07 de octubre de 2022

E l servicio de autobuses del sur del Baix Llobregat (una concesión otorgada por el Área Metropolitana de Barcelona (AMB) y gestionada por la empresa Avanza) no está a la altura de lo que merece la comarca.



Las deficiencias, los retrasos, las averías y el envejecimiento de la flota siguen a la orden del día y son la comidilla de los usuarios. La punta de lanza de esta indignación popular la cristaliza la Plataforma por un servicio digno de bus en el Baix Llobregat -que agrupa a la Federación de Asociaciones de Vecinos del Baix Llobregat, la Plataforma pel Transport Públic (PTP), Cataluña Camina, ECOM y los sindicatos CCOO, CGT y UGT- que vuelve a alertar de los calamitosos contratiempos que sufren cada dos por tres los buses desde que cambió la concesionaria en diciembre de 2021 en Sant Boi, Viladecans, Gavá y Castelldefels.

En vistas de que el panorama no está dando un giro de 180 grados a pesar de las promesas, las entidades han puesto sobre la mesa “la previsión de nuevas acciones y movilizaciones”, que no cesarán hasta que sean atendidas sus “justas reivindicaciones”, y tanto Avanza como el AMB, la administración responsable del servicio, “no hagan sus deberes y tomen las medidas necesarias para garantizar el correcto servicio de autobús en el sur del Baix Llobregat”, han subrayado las mismas fuentes.

“Lo único que queremos es que los autobuses funcionen correctamente y que los habitantes del Baix Llobregat Sud puedan desplazarse dignamente, no como si fuesen ciudadanos de tercera”. Así de rotundas suenan las palabras de Lluís Carrasco, portavoz de la Plataforma por un Servicio Digno de Bus en el Baix Llobregat, una agrupación formada por entidades y ciudadanos de varios municipios de la comarca que se han hartado del mal funcionamiento de las líneas de transporte público operadas por Avanza. El servicio acumula ocho meses de incidencias y un sinfín de problemas. Unas de las primeras decisiones tomadas por Avanza, y que causaron la indignación de los usuarios, fueron la supresión de la línea E97, que une Castelldefels con Barcelona (que más tarde se reactivó debido a las críticas, y la reducción de la frecuencia de paso de los vehículos de la E98, E86, L86, E80 y L80 como medidas de urgencia.

A estos cambios, se han sumado otros quebraderos de cabeza para los pasajeros, como averías constantes en los vehículos (que provocan retrasos) e incluso retiradas en medio de un servicio, asientos sucios y en malas condiciones, aires acondicionados que no funcionan, ruedas en mal estado. Por no hablar de las rampas de acceso para personas con discapacidad que no se pueden utilizar. “Ha habido usuarios en silla de ruedas que han tenido que esperar hasta tres autobuses para poder utilizar la rampa”, denuncia Lluís Carrasco.

En julio de 2021, la empresa Avanza ganó la licitación de AMB para las líneas del Baix Llobregat Sud, que hasta ese momento habían sido operadas por la compañía Mohn. La nueva concesionaria presentó una propuesta que reventó los precios del resto de candidatos, con un presupuesto un 16% más económico que el máximo fijado, lo que le permitió hacerse con la concesión, que suponía un contrato de seis años prorrogables por cuatro más por 250 millones de euros ampliables hasta los 500 millones si se efectuaba la prórroga.

Avanza comenzó a prestar servicio el 26 de diciembre de 2021. El cambio se anunció a bombo y platillo desde la AMB como una mejora en las frecuencias de los autobuses, garantizando que la espera entre cada vehículo sería de 15 minutos. Pero la cosa se torció nada más empezar y las condiciones fueron a peor respecto a las de Mohn. “En vez de mejorar el servicio o la flota, la situación se ha complicado y ha dado marcha atrás”, reconoce Eric Plaza, teniente de alcalde de Mantenimiento y Calidad del Espacio Público de Gavà.

Desde Avanza se culpó a Mohn de dejarles “un servicio deteriorado” y de haber entregado unos vehículos “en condiciones deficientes”. “Cuando entró Avanza, se encontró con que la anterior compañía no había atendido correctamente el mantenimiento de los autobuses pero los puso en circulación y trajo otros de Madrid que estaban en peores condiciones aún”, recuerda Carrasco.

El contrato de adjudicación de las líneas de bus del Baix Llobregat Sud recogía la obligación de renovar la flota con 136 nuevos vehículos eléctricos, híbridos e híbridos enchufables. Pero lejos de cumplirse, circulan los mismos autobuses que tenía el servicio cuando estaba operado por Mohn, una flota a la que, según explica Carrasco, “no se ha incorporado prácticamente ningún nuevo vehículo desde 2019”.

La acumulación de quejas ha llevado a la inevitable movilización de los afectados que tuvo su cénit el pasado 9 de julio. Ese día, la Plataforma convocó una marcha entre la estación de Renfe de Gavà y el Ayuntamiento de Viladecans en la que participaron 400 vecinos bajo el lema “buses nuevos ya”. Los manifestantes portaron un paraguas abierto en la mano para denunciar la falta de cobijo recibido por parte de la administración pública.

Tres meses después, el problema se ha enquistado pese a los parches puestos por Avanza. Los usuarios siguen publicando a diario en las redes sociales quejas por las deficiencias del servicio, lo que saca a la palestra “que las medidas tomadas (por Avanza) son todavía muy insuficientes para corregir el problema de la carencia de fiabilidad de los buses del AMB en el territorio”, han subrayado desde las entidades. Y este aumento del malestar ha reavivado el espíritu reivindicativo de la plataforma que ya prepara nuevas acciones de protesta.

Y es que el envejecimiento del parque móvil ha provocado el caos este pasado verano, con autobuses que se han averiado a mitad del servicio y paradas repletas de usuarios, lo que hacía imposible que todos accedieran al bus debido al lleno excesivo. Esto ha provocado rebeliones entre los pasajeros al grito de “Si no podemos subir, el bus no sale”.

Aunque la vuelta a la calle es inexorable, la plataforma reconoce que han mejorado algunos aspectos del servicio. Pero puede ser flor de un día. Y es que se teme que la situación “se complique todavía más si se ponen en funcionamiento nuevas líneas con el mismo material rodante actual y con idénticas limitaciones en el mantenimiento de los vehículos” que a día de hoy cubren las problemáticas líneas.