Las empresas Mecalux y Merlin ha presentado al concurso un proyecto para la reindustrialización de la antigua factoría de automoción japonesa de la Zona Franca que competirá con el defendido por Goodman y el D-Hub
Al proyecto de hub de la descarbonización impulsado por Goodman, QEV y BTech y que aspira a hacerse con la adjudicación de los terrenos de la antigua factoría de Nissan en la Zona Franca para darles una nueva vida (más sostenible) le ha salido un serio competidor. Se trata de una iniciativa liderada a dúo por el fabricante de estanterías y almacenes para logística Mecalux –en alianza con Cilsa (gestor de suelo logístico controlado por el Port de Barcelona)- y por el inversor inmobiliario Merlin. La iniciativa plantea el desembolso de 350 millones de euros para liderar la reindustrialización de la parcela que ocupó durante años el gigante nipón de la automoción, según ha adelantado Expansión.
El proyecto de Mecalux y Merlin deberá competir para hacerse con la cotizada finca con la propuesta conjunta de la inmobiliaria australiana Goodman y el D-Hub, un consorcio liderado por las empresas QEV y BTech que hasta ahora perecía el único interesado por la vieja planta. Esta propuesta ‘descarbonizadora’ plantea la fabricación de vehículos de última milla, el relanzamiento de marcas históricas como Ebro o Hispano Suiza y la producción de modelos eléctricos propios.
El anuncio del nuevo candidato llega justo unos días después de que el Consorci de la Zona Franca de Barcelona (CZFB), titular de parcela que ocupaba la marca japonesa haya acordado prorrogar el concurso de adjudicación hasta finales de mes para la entrada a nuevos proyectos industriales. En principio la presentación de ofertas espiraba este pasado jueves.
Uso industrial y logístico
Los pliegos del concurso del CZFB para los terrenos de la fábrica de Nissan tienen dos caras y dos parcelas: una industrial y otra logística. Los usos logísticos deberán ocupar una pastilla de 108.765 metros cuadrados mientras que los 309.737 metros cuadrados restantes deberán destinarse a actividad industrial y 108.765 más destinados al uso logístico. Entre los puntos positivos para obtener la adjudicación destacan la vinculación de industria de componentes de automoción catalana y que se garantice que se dará trabajo a la mayoría la plantilla de Nissan, actualmente en regulación de empleo.