El Consejo de Ministros autoriza la licitación del esperado proyecto de autovía, que acumula un retraso de más de una década, por un importe de 63 millones de euros
Parece que después de muchas salidas en falso, ahora va en serio. La ministra de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (Mitma), Raquel Sánchez, ha confirmado este miércoles que el Consejo de Ministros de este pasado martes ha autorizado la licitación de la futura y ansiada B-25, la autovía que ha de unir la autovía del Baix Llobregat (A-2) y la Ronda Litoral (B-10) con la autopista C-32 a su paso por Sant Boi. Sánchez ha asegurado que el trámite permitirá “volver a retomar las obras (proyectadas para los Juegos Olímpicos de Barcelona’92) y acabar con los problemas viarios de la rotonda de la C-245” (en La Parellada) que hace las veces actualmente de conector entre todos los viales.
El proyecto se va a licitar por un importe de 63 millones de euros, una partida que Raquel Sánchez ha asegurado que está incluida en los Presupuestos Generales del Estado (PGE) para 2023. “Había inquietud por si iba a estar y confirmo que está”, ha reiterado. Y aprovechando que ha hecho el anuncio aprovechando que se encontraba en Sant Boi presidiendo en acto institucional de la I Fira de la logística 4.0 ha bromeado: “la alcaldesa de Sant Boi (Lluïsa Moret, que estaba sentada a su lado en la tribuna de oradores) ya se ha encargado de que no me olvidara”.
El coste de la licitación facilitado por el Mitma es, de entrada, llamativo, porque incorpora un incremento de 18 millones de euros respecto al presupuesto de obras que anunció el propio ministerio el pasado mes de junio, y que entonces se cifró en 45 millones de euros. El alza, que no ha sido explicada, supone una notable subida del 40% respecto a la previsión de hace solo cuatro meses.
Paciencia y realidad
Lo que tampoco ha sido desvelado es cuándo comenzarán las obras y, por descontado, cuando se prevé que finalicen. Sánchez se ha limitado a indicar que el proyecto “será realidad” y que hay que tener “paciencia” porque hay un déficit de infraestructuras en el Baix Llobregat heredado de la falta de inversión de los Gobiernos anteriores. Sin embargo, esta carencia tiene visos de solucionarse porque la titular del Mitma se ha comprometido “a ejecutar los proyectos pendientes, acelerar el ritmo de las obras y hacerlas realidad lo más pronto posible”, aunque “no es fácil” porque no revertirse la situación “de un día para otro”, ha puntualizado Sánchez.
La aprobación de las obras por parte del Consejo de Ministros del martes permitirá “desarrollar las actuaciones necesarias para concluir las obras, parcialmente ejecutadas”, según fuentes del Mitma. Los trabajos afectarán tanto a la prolongación en si (que mejorará de las conexiones de las carreteras C-32, C-245, BV-2002 y la trama urbana de urbano de Sant Boi), como a otras seis intervenciones: el nudo de Cornellà (en el que se duplicará el ramal existente), el nudo de Sant Boi Norte (en la BV-2002), el enlace de Sant Boi Sur (C-32 y el polígono industrial de Les), nudo C-32 con C-31c (que permitirá numerosos movimientos locales) y el enlace de Mas Blau (autovía C-32b con el polígono industrial y viario urbano de El Prat).
Centro direccional de El Prat
El proyecto también incluye la terminación del vial del Centro Direccional en El Prat y la duplicación de carriles en el vial de conexión de las carreteras BV-2002 y BV-2005 con el enlace 602 de la autovía A-2 a la altura de Sant Vicenç dels Horts. Además, se construirán dos ramales de conexión directa con los propios del enlace sin tener que pasar por su glorieta de les Ovelletes.
La actuación también incluye la construcción de unos 750 metros de carril-bici con 3 metros de anchura, que se amplía hasta los 5 metros de ancho al sur del río Llobregat. El vial discurrirá a lo largo del trazado de la carretera B‑25 desde el camino de acceso a la planta de tratamiento de aguas (ETAP) de Sant Joan Despí hasta la propia rotonda de La Parellada en Sant Boi.
Autovía permeable
El Mitma ha explicado que, en conjunto, se va actuar sobre 24 estructuras, tanto de nueva construcción como ampliaciones, modificaciones o sustituciones de los sistemas de contención de las existentes, “constituyendo los enlaces a distinto nivel y dando permeabilidad a la autovía frente a los cursos de agua, carreteras, vías de ferrocarril y caminos interceptados por el trazado”, han subrayado fuentes ministeriales. Como la autovía discurre por una zona peri-urbana será necesario reponer numerosos servicios afectados: líneas eléctricas, incluido REE y telefónicas, conducciones de abastecimiento y saneamiento de aguas, canales de riego y conducciones de gas”, han agregado las mismas fuentes.