Las cuentas municipales para 2023 ascienden a 74,8 millones de euros, gracias a la ayuda del Estado, que aportará 18,72 millones de euros, una cuarta parte del total
El Pleno Municipal de Viladecans ha aprobado este miércoles los presupuestos más altos de su historia con los votos a favor de los grupos del equipo de gobierno (trece concejales del PSC y una edil de Comuns) y el rechazo de ERC (5), Ciutadans (4) y Podemos (2). Las cuentas municipales para 2023 crecen hasta los 74.885.800 euros (un 3,12% más que las vigentes) gracias sobre todo a las aportaciones del Estado, que se elevan a 17,72 millones de euros (el 25% del total, 1,5 millones de euros más que en 2022) Si se adjuntan al balance, los números de las sociedades municipales y la Fundación Ciudad de Viladecans, el presupuesto consolidado asciende a 97 millones de euros.
El equipo de gobierno de Viladecans ha calculado que los ingresos municipales van a crecer un 5,5% el próximo año, lo que va a permitir un ahorro bruto de unos 2,9 millones. A los 18,72 millones que aportará el Estado español (1,5 millones más que en 2022) hay que añadir una aportación de la Generalitat de 3,95 millones de euros (850.000 euros más que el año pasado). Tres millones del Área Metropolitana de Barcelona (AMB) y otro millón más de la Diputación de Barcelona. Fuentes municipales han matizado que “de cada 100 euros que el Ayuntamiento ingresa, 47 provienen de impuestos directos, 36 de transferencias otras administraciones y 9,7 de tasas e ingresos por prestaciones de servicios”.
La teniente de alcalde de Servicios Generales y de Empresas e innovación de Viladecans, Joana Sánchez, ha destacado de las cuentas municipales para el próximo año que “ofrecen seguridad y que son un compromiso del equipo de gobierno con el bienestar de la ciudadanía”. Además, “responden a la incertidumbre existente”, fruto de la salida de la pandemia del covid-19 y la guerra de Ucrania, ha añadido la edil.
“Claramente expansivo”
Joana Sánchez ha incidido en que, “a pesar de la inflación, se congelarán los impuestos y, a pesar del incremento de costes, se mantendrán y mejorarán los servicios de proximidad del Ayuntamiento”. Según la teniente de alcalde, también se van a destinar más recursos a la dinamización económica y a la transformación digital de la ciudad y se seguirá realizando un gran esfuerzo en la transición energética. A grandes rasgos, el “presupuesto claramente expansivo “intenta contribuir a la recuperación económica y al bienestar de la ciudadanía, apostando por la transformación urbana, la innovación tecnológica, y con un marcado acento en las políticas sociales”, han indicado fuentes municipales.
En el capítulo de gastos corrientes (que aumentan un 6,6%) cabe destacar los más de 20 millones de euros que se van a destinar a la recogida de residuos, la limpieza y el alcantarillado, el medio ambiente y, la movilidad y la vivienda. A esta partida hay que añadir los cinco millones de euros que se destinarán a potenciar la policía de proximidad, los 16 millones que se destinarán a servicios sociales y desarrollar el nuevo Plan de Soledad.
Inversión en la Rambla Modolell
Las principales inversiones del 2023 en Viladecans tendrán como destinatario la transformación de la rambla Modolell (1,34 millones de euros) que se pacificará para contribuir a la dinamización del comercio, la restauración y la vida social. También recibirán una suma importante la pista cubierta polideportiva del patio de la Escuela El Garrofer (2,59 millones de euros), la mejora de la eficiencia energética de los edificios municipales y la rehabilitación de la biblioteca municipal de Can Chico y el museo de Can Amat.
El gobierno municipal también ha acordado congelar de manera generalizada las tasas e impuestos para el 2023. Las ordenanzas fiscales también regulan que el Ayuntamiento facilitará las condiciones para aplazar pagos de tributos: será posible solicitarlo con una simple declaración responsable para las deudas de hasta 6.000 euros (el triple que hasta ahora) y solo se exigirán garantías cuando la cuantía sea más grande de 30.000 euros (cuando ahora se pide a partir de los 18.000 euros).
Transición energética
La regulación de impuestos para el nuevo año también apoya a la transición energética. Así, se extiende a todo tipo de inmuebles e instalaciones comunitarias el beneficio para poner placas fotovoltaicas de que disponían las viviendas: una bonificación del 50% del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) durante tres años. Y se amplía este mismo beneficio a la instalación de puntos de recarga de vehículos eléctricos. Además, las empresas podrán ver reducido el IAE un 10% por este mismo motivo.