Resulta increíble, que la propia ministra, Irene Montero, siga defendiendo algo que a todas luces no está funcionando y que está provocando el efecto contrario, rebajas de penas y excarcelaciones de condenados. Ella no reconoce el error, y mucho menos se plantea dimitir. Pero detrás de ella hay otro responsable, que es quien tiene la facultad de nombrar o cesar ministros, el presidente del gobierno Pedro Sánchez.
Visto que la ministra no está por la labor de abandonar voluntariamente su cargo, la obligación del presidente sería la de cesar de manera fulminante a la responsable de este cambio legal que supone dar carta blanca a los agresores sexuales.
Lamentablemente, el gobierno actual hace tiempo que dio la espalda a la ciudadanía, y como si de un manual de resistencia se tratase, PSOE y Podemos se han aferrado al poder para seguir en la Moncloa todo el tiempo que les sea posible.
Nuestro país necesita un cambio. Necesita un gobierno que esté centrado en las personas, que se preocupe por resolver los problemas reales que tiene la gente, y no hacer todo lo contrario, que es crear más problemas aún.
Las familias no pueden llegar a final de mes. Se ven ahogadas por unos impuestos cada vez más altos y unos precios que no paran de subir y subir. El gobierno de España debería preocuparse por ellos, y no por cambiar las leyes y el código penal para rebajar penas. Hoy en nuestro país agredir sexualmente a una mujer sale más barato desgraciadamente. Exigimos responsabilidad a aquellos que nos gobiernan. No todo vale para seguir en la poltrona.