Tras cuatro días de paros y servicios mínimo en las líneas de autobuses metropolitanos de Castelldefels, Gavà, Sant Boi y Viladecans parece que se atisba una luz al final del túnel del conflicto laboral que ha provocado la huelga del personal de la empresa Avanza. Representantes de los cuatro municipios se han reunido este jueves con el comité de empresa y han acordado la creación de una mesa conjunta de seguimiento del servicio que presta la compañía. La huelga comenzó el pasado mes de diciembre –con cinco días de paro- y prosiguió en enero con otras ocho jornadas de servicios mínimos.
A esta reunión han asistido las alcaldesas de Castelldefels (Maria Miranda) y de Gavà (Gemma Badia); el alcalde de Viladecans, Carles Ruiz, y el concejal de Sant Boi. Al finalizar el encuentro, todos los asistentes coincidieron en calificar la reunión como “positiva y cordial” y destacaron que "había ganas de dialogar". La mesa de seguimiento tiene como misión convertirse en una herramienta que evalúe el funcionamiento del servicio y garantice el cumplimiento de la contrata. “Será un canal de comunicación constante entre el personal y los ayuntamientos”, han avanzado desde los cuatro consistorios.
En la mesa se despacharán tanto los conflictos laborales de la plantilla, como los posibles retrasos en los que vaya incurriendo la empresa en su compromiso de renovar la flota y crear nuevas líneas.
En el trascurso de las conversaciones, los empleados de Avanza pusieron a los representantes de los cuatro municipios al corriente de las protestas y de los detonantes de su conflicto laboral. Miranda, Badia, Ruiz y Javier López “mostraron su apoyo a las reivindicaciones laborales de la plantilla”, según han explicado fuentes municipales. No obstante, todos ellos expresaron “su gran preocupación por los efectos que la huelga está teniendo sobre la ciudadanía”, han agregado las mismas fuentes.