La madrugada del pasado viernes 10 de febrero, la Guardia Urbana de Cornellà detuvo al conductor de un patinete eléctrico por varios motivos como circular sin llevar las luces reglamentarias, saltarse un semáforo en rojo en la carretera de Sant Joan Despí y conducir bajo los efectos de varias sustancias estupefacientes.
Los agentes procedieron a registrar al conductor y encontraron que llevaba 155 gramos de hachís, 2 botellas de popper, 2 navajas, una defensa rígida, un chaleco antibalas y un spray pimienta no homologado. Todo el material fue incautado, así como el patinete eléctrico, que tras un análisis comprobaron que el vehículo estaba modificado para superar los 25 km/h, que es la velocidad máxima autorizada para un VMP, y además circulaba a 118 km/h, hecho negligente. El conductor no contaba con permiso de conducción, por lo que fue denunciado por este motivo, así como por no respetar el semáforo y circular sin luces.
Al conductor se le realizó una prueba de drogas y dio positivo para THC, opiáceos, cocaína, heroína, anfetamina y benzodiacepinas.
Los agentes han declarado los hechos como un delito contra la seguridad vial y un delito contra la salud pública. De esta manera, el vehículo ha sido requisado en el depósito municipal de vehículos, junto con el material que llevaba consigo el detenido.
La Guardia Urbana de Cornellà informó que en el 2022 se presentaron 1.762 casos en los que se impuso una sanción a Vehículos de Movilidad Personal (VMP). Esto representa un incremento del 90% con respecto al número de sanciones impuestas el año anterior.
En 2021 la Ordenanza Municipal de Circulación de Vehículos y Peatones fue modificada para ajustarse al enorme incremento del uso de vehículos de movilidad personal (VMP) en la ciudad, especialmente patinetes, según la legislación aprobada por el Gobierno Central. El propósito principal es regular el tránsito de estos vehículos solo por la calzada o los carriles segregados, con el fin de preservar la seguridad de los peatones.