Arrancan los estudios para definir una solución estructural definitiva que evite la constante regresión de las playas de Gavà, que van a recibir este verano un aporte extra de 25.000 metros cúbicos de arena
Aunque el último temporal de levante ha dejado las playas de Gavà en un estado lamentable –sin nada de arena en algunos puntos y con afectaciones al mobiliario urbano y al paseo marítimo- todavía no está todo perdido. Aún hay esperanza. Pese a que la regresión del litoral del Delta está avanzando peligrosamente en los últimos años, la solución al problema podría estar cerca.
Y es que la Demarcación de Costas ha iniciado los estudios que deberán fijar medidas estructurales definitivas, que frenen definitivamente el deterioro de las playas y eviten su desaparición, como ya avanzó El Llobregat en un amplio reportaje publicado en la edición de enero. El comienzo de la elaboración de los informes técnicos, aunque ha comenzado con retraso, ya está en marcha, tal y como ha confirmado la alcaldesa de Gavà, Gemma Badia, después de reunirse este miércoles con el director d la Demarcación de Costas, Diego Fernández.
Badia se ha mostrado optimista por el inicio de los estudios: “Es una buena noticia”, ha señalado. La alcaldesa ha avanzado que los resultados técnicos se conocerán “antes de finales de este año”. Las conclusiones de estos informes permitirán definir “las soluciones estructurales y estables a la pérdida de arena que se aplicarán de ahora en adelante para conseguir la estabilización y la protección de las playas”, con especial hincapié en el sistema dunar, una barrera natural contra la regresión de la costa, ha incidido la primera edil de Gavà.
El trabajo técnico de la Demarcación de Costas se sumará a otros que se están desarrollando desde el consistorio y desde el Área Metropolitana de Barcelona (AMB) para analizar todas las alternativas para evitar la erosión de los arenales y evitar su desaparición, siguiendo siempre parámetros medioambientales. Además, la demarcación dispone de una partida económica para cubrir tareas de mantenimiento de la arena y actuaciones de emergencia en caso de temporal, especialmente en lo referido a la preservación de las dunas.
Otra buena noticia para el litoral de Gavà es que, el próximo mes de junio, el Port de Barcelona aportará 25.000 metros cúbicos de arena al sector de playa comprendido entre la avenida de Mar y la calle Palafrugell, en cumplimento con las exigencias de la Declaración de Impacto Ambiental (DIA) vinculada a la ampliación de la Zona de Actividades Logísticas (ZAL) portuaria. Gracias a la esta reposición las playas de la ciudad podrán comenzar la temporada de baños “con todos los estándares de calidad que las caracterizan”, ha asegurado Gemma Badia.
El temporal del pasado mes de enero ha sido especialmente agresivo con el tramo de la costa gavanense situado entre la avenida del Mar y la riera de Canyars, considerado por el ayuntamiento como la franja costera “más vulnerable”. En este sector, todavía son perfectamente visibles los daños causados por el viento y el oleaje. A la altura de la calle Palafrugell (fotos) el agua llegó hasta el mismísimo paseo Marítimo, provocando daños en el mobiliario urbano. La tempestad también dejó al descubierto la cimentación de las duchas y un cable subterráneo de Internet.
El resto de tramos de la playa de Gavà están más al abrigo de los temporales, unos por motivos geográficos y otros porque cuentan con mecanismos de defensa. Así, entre la riera de Canyars y el límite con el municipio de Castelldefels, la playa es más ancha, permitiendo un mayor movimiento de avance del oleaje, lo que amortigua la regresión.
En otros puntos del litoral los daños del último temporal también han sido menores debido a que se han desarrollado medidas de mayor calado. En el sector de costa más próximo a Viladecans se está desplegando una barrera de arena a unos 400 metros de la orilla que ha mitigado la regresión en este tramo costero.
Además, de barrera natural se ha instalado a la latera de la calle Cadaqués una estructura geotextil de 120 metros de longitud, que contribuye a aumentar el grosor de los granos de arena, lo que hace que la playa sea más resistente a las tempestades.