Este sábado 18 de febrero ha fallecido en una habitación del hospital barcelonés de Sant Pau nuestro compañero y colaborador de El Llobregat, Pere Ríos, un periodista de la vieja escuela (de la que quedan pocos), y que sostenía de forma irrefutable que para llegar al fondo de la noticia, a la raíz de las cosas, había siempre que “picar piedra”.
Nacido hace 60 en el seno de una familia humilde del barrio de Marianao, en Sant Boi, Ríos nos ha dejado después de una larga lucha contra el cáncer al que trató de tú a tú hasta prácticamente el último momento. Aunque debe su prestigio profesional a haber sido periodista de tribunales para el diario barcelonés El País, Pere Ríos colaboraba mensualmente con El Llobregat hilvanando en la sección ‘Que se n’ha fet’ de El Llobregat (creada ex profeso para él) irrepetibles y profundas entrevistas a viejas glorias políticas del Baix Llobregat y L’Hospitalet, a las que desempolvaba del baúl de los recuerdos con incisivas preguntas.
Siguió ejerciendo de periodista casi hasta el último momento, pero en agosto de 2021 comunicó a la dirección de El Llobregat, que ya no podía más, que ni siquiera podía físicamente escribir a mano o teclear palabras en un ordenador. Y entregó su postrera creación, una delicada pero intensa entrevista con la actriz Nuria Espert, que salió publicada en la edición de ese mismo mes de septiembre.
Pere Ríos empezó en la profesión a los 17 años en medios locales del Baix Llobregat y L’Hospitalet hasta que dio el saltó como redactor a ‘El Observador’, donde ya dejó muestras de su gran sentido del humor y del compañerismo y empezó a llenar portadas y aperturas de sección con sus exclusivas. De ahí pasó al Diario de Barcelona y al Avui, para acabar en el que siempre había sido su objetivo profesional: la redacción de El País, donde se hizo cargo con maestría de la información de tribunales.
Su frase vital de “picar piedra” se la aplicó a si mismo y durante unos años alternó la dura tarea de redactor de noticias judiciales con la carrera de Derecho, en la que se licenció en la Universitat Oberta de Catalunya (UOC) estudiando de noche y los fines de semana. Y es que Ríos consideraba imprescindible que un periodista que cubría la información de los juzgados debía de tener la formación y los conocimientos necesarios para el ejercicio de la profesión, y eso pasaba por la formación en leyes, única vía para poder presumir de un auténtico conocimiento de causa.
El año 2015 fue uno de lo más destacados de su carrera porque publicó su aplaudido libro ‘Banca Catalana. Caso abierto: lo que no se contó del escándalo que enriqueció a Jordi Pujol’. El libro fue un jarro de agua fría en una sociedad aletargada por el pujolismo y enmudecida por su ley del silencio. El libro fue a la vez un reconocimiento público (casi una disculpa) para las dos figuras públicas a las que el caso Banca Catalana puso en la diana del régimen pujolista: los fiscales José María Mena y Carlos Jiménez Villarejo, que fueron socialmente castigados por presentar, en cumplimiento de su deber, la petición de procesamiento contra el presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, y contra otros 17 exconsejeros de la citada banca.
Pere Ríos cambió la sección de tribunales de El País por la de Política después de iniciar una relación sentimental con María Sanahuja, en ese momento jueza decana de Barcelona, que ha mantenido hasta el momento de su traspaso. Para evitar suspicacias dejó de lado el mundo de las togas y se pasó a cubrir información vinculada con el PSC. María Sanahuja ha estado atendiendo y cuidando a Pere Ríos hasta su último suspiro.
Desde El Llobregat hacemos llegar a los familiares y amigos de nuestro incomparable colaborador nuestro más sentido pésame.