El misterio sobre el hundimiento del suelo del vestíbulo del bloque número 22 del pasaje Oliveras, en el barrio de La Torrassa en L’Hospitalet, sigue sin resolverse. Desde que el pasado domingo a las 17.00 el suelo cedió dos técnicos han inspeccionado el orificio sin esclarecer qué es lo que está pasando. Ambos especialistas coinciden en que sin un geo-radar no se dará con las causas del problema ni tampoco se podrán “evaluar correctamente los riesgos”.
El primero de los ingenieros, enviado este lunes por el Ayuntamiento de L’Hospitalet, introdujo una cámara en la enorme del vestíbulo (de unos 15 centímetros de anchura) pero no pudo extraer ningún diagnostico concluyente más allá de recomendar el uso de un geo-radar. Lo mismo dictaminó este martes por la mañana al geólogo contratado por los propietarios del inmueble: se necesita el veredicto de un geo-radar, un informe técnico que no es precisamente barato.
El ingeniero municipal considera que el geo-radar es necesario porque la finca fue construida en 1957 y tienen antecedentes por aluminosis. Además, hace cinco años se realizaron unas obras comunitarias porque los bajantes colapsaron, y esta reparación (o el daño provocado por el desborde del colector) podría estar detrás del incidente. “Hay que utilizar un geo-radar porque no se sabe en qué estado pueden estar las paredes de carga, ni la cimentación”, ha subrayado el técnico,
Una segunda opinión
El dictamen del arqueólogo de los vecinos ha coincidido plenamente con el del enviado por el ayuntamiento, pero la comunidad de vecinos se está planteando pedir una segunda opinión. Una de las razones de la cautela con la que se actúa es que son los propietarios del inmueble los que deberán hacerse cargo del coste del estudio geológico antes de reclamarse a la compañía de seguros.
La concejal del distrito Collblanc-La Torrassa, Olga Gómez, que se reunió el lunes con los afectados, ha confirmado que se tienen que seguir haciendo pruebas para aclarar lo sucedido y que esta intervención requerirá “abrir o levantar el suelo del vestíbulo”. “Se va a tardar en saber qué ha pasado”, ha reconocido Gómez.
Sigue el desalojo
Mientras los especialistas investigan las causas del hundimiento, el inmueble del pasaje Oliveras sigue desalojado y no hay perspectivas de que los habitantes de los 22 pisos del bloque puedan regresar a corto plazo a sus casas. Un total de 24 vecinos siguen instalados provisionalmente en la residencia Els Alps, mientras que el resto de los 60 habitantes del edificio siguen alojados con familiares y amigos.
La edil de Collblanc y La Torrassa ha avanzado que, en los próximos días, personal de los servicios sociaes municipales se entrevistará personalmente con todos y cada uno de los afectados, para prestarles toda la ayuda y el asesoramiento que sea posible.