El objetivo de esta modificación es mejorar la continuidad urbana convirtiendo la antigua N-II en una avenida urbana y cívica; reforzar el corredor verde que conecta el río con la montaña; crear nuevas zonas verdes y de equipaciones públicas; y la construcción de más de 350 viviendas públicas.
El proyecto implica la creación de más oportunidades económicas y empleos, mediante la expansión de las empresas existentes y la introducción de nuevas formas de uso.
La alcaldesa de Sant Andreu de la Barca, Ana Alba, ha destacado que se trata de "la transformación urbanística más importante después del soterramiento de las vías del ferrocarril". Además, ha enfatizado en la creación de espacios más agradables y con una clara vocación metropolitana para vivir y trabajar.
La primera etapa de la transformación urbana se enfoca en modificar el planeamiento del área conocida como "la Rótula", ubicada entre el parque Central y la calle Priorat.
Esta propuesta conlleva modificar el modelo urbanístico de la ciudad con el fin de convertir la carretera de Martorell en una vía urbana. Además, se contempla la construcción de 60.000 metros cuadrados destinados a viviendas, de los cuales más del 40% serán de protección oficial y alquiler. También se prevé la creación de nuevos espacios públicos y equipamientos, así como nuevas zonas para actividades económicas.
El Ayuntamiento está impulsando la construcción de 350 viviendas de protección oficial para la venta y alquiler con el objetivo de proporcionar a las familias de Sant Andreu de la Barca una vivienda digna y asequible.
El proyecto contempla la edificación de 35 apartamentos con servicios para personas mayores de 65 años. Estas viviendas estarán completamente adaptadas para personas con movilidad reducida y contarán con servicio de conserjería, lavandería y limpieza.