El último estudio de ocupación y satisfacción de playas realizado por el Institut d’Estudis Regionals i Metropolitans de Barcelona (IERMB) ha deparado un resultado muy llamativo: pese a no ser la más conocida ni la más popular ni la más transitada, la playa de Viladecans es la favorita de los bañistas metropolitanos, pues le han otorgado una nota de 8.08 puntos sobre un máximo de 10. La puntuación media de las playas del Área metropolitana de Barcelona (AMB) también ha sido excelente, según el informe del IERMB, pues han conseguido un 7,76, la valoración más alta de toda la serie histórica.
Lo que más valoran los bañistas de las playas de Viladecans son, por este orden, el paisaje (muy naturalizado y sin presión urbanística), la accesibilidad a a los arenales, la proximidad y la tranquilidad. Aunque también se perciben muy bien por los usuarios aspectos como la seguridad y la calidad del agua. Las buenas sensaciones que trasmiten las playas de la localidad son tan altas que incluso “superan las expectativas de calidad” que los visitantes pensaban que se iban a encontrar antes de disfrutar de ellas.
Y todo eso, a pesar de que las playas Viladecans son de las menos visitadas de la metrópolis barcelonesa, aunque su uso va en aumento, Así, durante el pasado año, fue visitada por un total de 310.895 personas, lo que supone un incremento del 123,8% en relación a las cifras de 2018. Además, si se centra la atención en la frecuencia con la que los bañistas acuden a las playas, las de Viladecans son las que más frecuencia de visita semanales acumulan, según el informe metropolitano.
La costa de Viladecans se extienden desde la desembocadura de la laguna del Remolar, en el límite con El Prat, hasta la de La Murtra, fronteriza con Gavà. En total son cuatro playas: dos aptas para el baño -La Murtra y la Pineda- y dos que se cierran al público prácticamente todo el año, porque conforman un espacio natural protegido-Cal Francès y El Remolar. Las dos primeras cuentan con servicios de vigilancia, baños, duchas, zonas de juegos infantiles y deportivas, aparcamiento y chiringuitos.
Todo el litoral está salvaguardado por un extenso bosque de pino piñonero. Los arenales, que están completamente sin urbanizar, conforman un paraje de dunas que alberga y conserva comunidades vegetales y animales de especies autóctonas.
El estudio del IERMB, que excluye las playas de ciudad de Barcelona y que se realiza cada dos años, ha cifrado en 11 millones de personas el número de usuarios que visitaron el litoral metropolitano durante el 2022, lo que supone un nuevo récord de afluencia, con un registro que representa un 23% de incremento respeto a los visitantes de 2018, lo que corrobora que ya se ha superado con creces el bajón de la pandemia. Del informe metropolitano también puede extraerse una importante conclusión global: las playas del litoral del Delta del Llobregat se consolidan como los lugares públicos más visitados y mejor valorados del AMB.