Algunas encuestas hablan de que el PSC podría dar el ‘sorpasso’ y arrebatar la alcaldía de El Prat a los comunes. ¿Es eso factible?
Nosotros vamos a por todas. Tenemos una experiencia de gobierno contrastada, un punto de maduración interesante. Afrontamos las elecciones con cierto optimismo. Creemos que es nuestro momento, porque hay cierta fatiga en el proyecto de los comunes.
¿En qué cambiaría El Prat si Juan Pedro Pérez es su próximo alcalde?
Llevamos 20 años gobernando conjuntamente, El modelo de ciudad de El Prat –que está socialmente aceptado y del que estamos orgullosos- lo compartimos con nuestro socio de gobierno. Pero si alcanzamos la alcaldía, le aportaríamos una mirada distinta y enfocaríamos algunos temas con más intensidad.
¿Qué tipo de mirada?
Los comunes no son Iniciativa (IC-V). Mijoler no es Tejedor. Y El Prat tampoco es Barcelona. El cambio de paradigma ha propiciado una cierta influencia de las políticas de Colau en la ciudad. Nosotros lo vemos diferente. Hay temas como la seguridad ciudadana que los afrontaríamos sin complejos. Tendríamos una mirada diferente hacia la dinamización de la economía y el comercio local.
¿Pesa en El Prat lo que hace Colau?
Hay un efecto tractor. Si Colau promueve en Barcelona el urbanismo táctico las calles de chismes, hay un cierto efecto de imitación en El Prat con el que no nos sentimos tan cómodos.
Si el PSC gobierna en El Prat ¿cambiará el posicionamiento municipal en contra de la ampliación del aeropuerto?
Para nada. El PSC se ha posicionado en contra de la ampliación del aeropuerto y en eso hay un consenso ciudadano, social y político. Yo personalmente me he manifestado en contra. Incluso he sufrido el desgaste de enfrentarme a los alcaldes del entorno (del PSC), a la dirección del partido y a Salvador Illa.
Entonces con un alcalde socialista en El Prat ¿no habrá un acercamiento a los alcaldes vecinos, todos del PSC?
Habrá una mayor sintonía porque somos compañeros de partido, pero nos seguiremos oponiendo a la ampliación del aeropuerto. En nuestro programa electoral hablamos de ‘contener’ el aeropuerto. El Prat tiene 30 km2 de extensión y 15 son aeropuerto. Vivimos en un equilibrio precario entre infraestructuras, parque agrario, zonas naturales protegidas, el río, la playa, el mar que se debe mantener, Creo que mis compañeros en mi situación harían lo mismo.
Y en la oposición a la ampliación de las ZEPA a costa del Parc Agrari ¿hay sintonía con los ayuntamientos vecinos?
En este tema sí que tengo un posicionamiento más cercano a mis compañeros de partido. Los agricultores no pueden ser solamente ser los jardineros del Parc Agrari. La protección de los espacios naturales tiene que ser compatible con la producción de alimentos. La propuesta de la Generalitat está desequilibrada. Si el objetivo final es contener el crecimiento de las infraestructuras, se puede hacer protegiendo tanto el Parc Agrari como las ZEPA.
¿Qué asignaturas pendientes de El Prat impulsarías si eres alcalde?
El Prat tiene que subir de escala en ambición, jugar en Primera. Hay que ser capaces de atraer empresas y evitar que se vayan porque se nos están quedando anticuadas las zonas de actividad económica. Debemos ser referentes en algo vinculado a la innovación, al talento. Por eso proponemos que en la zona Nord se instale una universidad. Eso nos situaría en el mapa, como Castelldefels. Además, la UPC tiene problemas de espacio y el Prat sería una localización fantástica. Ahora mismo solo hay que subir de escala en cosas vinculadas con la economía porque el resto de cuestiones de la ciudad están bastante resueltas. Aunque falte modernizar equipamientos, por ejemplo. El estado de bienestar local es fuerte y ejemplar.
¿Habrá reedición del pacto de gobierno si gana el PSC?
Siempre he dicho que me sentiría cómodo formando gobierno con los mismos socios, pero cambiando la proporción [actualmente, El Prat En Comú tiene 11 concejales y el PSC 7]. El pacto entre las dos fuerzas está socialmente asociado y es un modelo de éxito.
Y si el PSC no supera a los comunes el 28M pero recorta distancias, ¿cambiaría el pacto de gobierno?
Es difícil saberlo. Habrá que tener en cuenta también qué resultados sacan el resto de partidos. No sabemos qué pasara.
¿Cuál va a ser el ‘leiv motiv’ de campaña electoral del PSC?
Vamos a apelar a la gente a que se atreva a cambiar. Hay que atreverse a dar el salto, a ser una ciudad que juegue en Primera División. Hay que atreverse a cambiar el ‘status quo’ por higiene democrática y por activar el proyecto de ciudad. Tenemos equipo, experiencia y propuestas para conseguirlo. El Prat se merece dar ese paso adelante.
¿Se prevé una campaña electoral crispada?
No. Hay una cultura política en la ciudad de hacer las cosas bien. Se pueden confrontar propuestas, personalidades y maneras de hacer, pero no se cruzan las líneas.
¿Qué es lo mejor y lo peor de El Prat?
Lo mejor nuestro modelo de territorio equilibrado, que tiene de todo. A nivel de servicios y a nivel de equipamientos es una ciudad fantástica. Y lo malo que tiene El Prat igual es que no se nos acabe de conocer por esa riqueza que tenemos, siempre se nos asocia con el aeropuerto en sentido peyorativo. Hay que tener en cuenta que durante muchos años la fachada de El Prat a la autovía de Castelldefels eran fábricas que emitían olores. A nivel interno, hemos trabajado bien y hemos generado una conciencia ciudadana y un sentimiento de pertenencia muy fuerte, pero nos falta algo de proyección exterior.
¿Ya no quedan estigmas, como Sant Cosme hace años?
No. La seguridad es un tema que está en la calle y que a la gente le preocupa, pero El Prat no es una ciudad insegura. Es cierto que en algunos aspectos concretos nos salen niveles de delincuencia alta, pero esto se debe a que se suman los hurtos del aeropuerto y los del Splau, que no tienen nada que ver con lo que pasa en la ciudad.
Justamente por el Splau hay una ‘disputa fronteriza’ con Cornellà… ¿cambiarían las cosas con un alcalde socialista en El Prat [El alcalde de Cornellà, Antoni Balmón, es del PSC]?
No. No vamos a renunciar a algo que está dentro de nuestro municipio. Es lícito que cada ciudad defienda sus intereses. El 40% de los asientos del estadio del Espanyol están en El Prat. De hecho, una portería está en El Prat y la otra en Cornellà. Pero todo el centro comercial está en El Prat. Parece que forme parte del casco urbano de Cornellà pero es de El Prat. Y eso es irrenunciable.