Las alcaldesas de Gavà y Sant Boi y el alcalde de Viladecans han solicitado la suspensión del proyecto de ampliación de las ZEPA, que ya ha sido rechazado por el Parlament. Según ellos, el problema no radica en la falta de espacio natural protegido, sino en la mala gestión del que ya existe, la cual ha sido denunciada por Europa.
Las alcaldesas de Sant Boi, Lluïsa Moret; de Gavà, Gemma Badia, y el alcalde de Viladecans, Carles Ruiz, han solicitado a la consejera Teresa Jordà que inicie el diálogo con todos los agentes implicados en el Delta del Llobregat, tal como se había comprometido. Además, piden que se suspenda el proyecto de ampliación de las Zonas de Especial Protección para las Aves (ZEPA) después de haber sido rechazado por la Comisión de Agricultura del Parlamento de Cataluña.
Los líderes de los municipios ya habían expresado su preocupación por la propuesta de la Generalitat de ampliar las zonas de protección de aves, lo que podría afectar negativamente a la actividad agrícola en una zona que representa el 70% de la huerta del Parc Agrari y el 30% de la superficie hortícola de Cataluña. Según las alcaldesas y el alcalde, el problema no es la falta de espacio protegido, sino la mala gestión del territorio existente debido a la indefinición del territorio y la falta de financiación por parte de la Generalitat. Esto ha llevado a una denuncia por parte de la Comisión Europea.
En una reunión entre Gemma Badia, Lluïsa Moret y Carles Ruiz con la consejera el 6 de julio del 2022 se acordó iniciar un diálogo para crear tres mesas conjuntas de trabajo. Estas mesas tendrían como objetivo buscar un nuevo modelo de gestión y funcionamiento del Consorci dels Espais Naturals del Delta del Llobregat, conseguir un consenso sobre la definitiva delimitación de las ZEPA y concretar el plan de gestión de los espacios naturales. Este plan incluiría inversiones en el territorio, respetando la normativa europea y garantizando la convivencia entre todos los agentes que conviven, prestando especial atención al campesinado y a las necesidades en materia de infraestructuras hidráulicas.
A pesar de que la consejera expresó su deseo de trabajar en conjunto para solucionar problemas, las comisiones no se llevaron a cabo. Las alcaldesas y el alcalde creen que aún es posible iniciar el diálogo prometido, aunque se haya perdido tiempo valioso.
Los ayuntamientos del Delta solicitan un nuevo modelo de gestión y protección con un presupuesto adecuado, un plan de inversiones que satisfaga las necesidades de la zona y una regulación y gobernanza coordinadas con los diferentes agentes que afectan al territorio. Además, exigen medidas específicas para proteger los espacios naturales, ya que las actuales son insuficientes.
Será necesario redactar una normativa única que abarque todo el territorio de la ZEPA del Delta. Esta normativa deberá incluir una zonificación adecuada a las características del espacio, en la que se definan claramente las áreas dedicadas a la actividad agrícola para asegurar su viabilidad económica, las áreas protegidas para preservar los hábitats y especies naturales, y las zonas de transición o amortiguamiento para disminuir los conflictos entre la zona agrícola y los espacios naturales.
En el proceso de elaboración y revisión de planes y programas, así como en la modificación de Zonas de Especial Protección para las Aves (ZEPA), será necesario realizar una evaluación ambiental adecuada y estudios científicos rigurosos para analizar el deterioro de los hábitats y la biodiversidad, y sus causas. Además, se deberá llevar a cabo una evaluación completa de las posibles afectaciones sobre los espacios agrarios, cumpliendo con la legislación correspondiente, y valorar las indemnizaciones necesarias.