1.- Uno de cada cinco menores de entre 10 a 19 años (el 20,8%) sufre algún tipo de problema de salud mental diagnosticado, según datos de Unicef. Lo que sitúa a España como el país europeo con mayor prevalencia diagnosticada de problemas de salud mental en menores.
2.- Según la Organización Mundial de la Salud, el 50% de los trastornos mentales comienzan a los 14 años o antes, y el 75% antes de los 18 años.
3.- El porcentaje de población joven que declara haber padecido problemas de salud mental con mucha frecuencia ha pasado del 6,2% en 2017 al 15,9% en 2021, según el Barómetro Juvenil 2021 Salud y Bienestar.
4.-El suicidio es la segunda causa de mortalidad entre jóvenes de 15 a 29 años, según Unicef.
Es verdad que la pandemia ha destapado esta gran tragedia para tantos jóvenes y sus familias, ha sido como el detonante o punto de inflexión de algo que se ha ido gestando, especialmente, en los últimos años. Sería una visión "reduccionista" plantearlo, exclusivamente, desde esta perspectiva post pandémica. No es casual que esta situación sea consecuencia de otras grandes crisis:
LA CRISIS DE LA FAMILIA. Esta realidad promovida por amplios sectores de la sociedad, provoca un debilitamiento de la misma institución familiar, sea en el campo ideológico, con la confusión del concepto de familia: ¿todo es familia?, como el campo económico, con las ausencias de ayudas y las dificultades por la conciliación familiar. También el pensamiento individualista, egocentrista e infantil que se proponen en muchos ámbitos familiares y culturales facilitan la fragilidad para asumir los compromisos y responsabilidades.
LA CRISIS DE VALORES. El joven está necesitado de orientar e ilusionar su vida hacía objetivos que le motiven. Una carencia de valores éticos, morales o religiosos les impide enfrentarse ante las dificultades propias de la vida. El modelo o prototipo a seguir se basa en el éxito, en el gusto o el placer inmediato. Todo lo que signifique dificultad, sacrificio o sufrimiento debe ser borrado o excluido. III
"Pues nada podemos contra la verdad. ". (Corintios 13, 8)