El 28.5 domingo a las 18h. en Barcelona, el Liceo con su "Parsifal" superponía esta ópera muy querida por los wagnerianos barceloneses al cargado ambiente electoral de una elección municipal con el objetivo general de la oposición de desplazar a la alcaldesa Colau.
Era un objetivo aplazado por Manuel Valls en 2019 con su "regalo gratuito" a Inmaculada Colau Ballano (49 años) que siguió al mando, cuatro años más.
"Parsifal" se estreno en 1913 en Barcelona, cuando los derechos de autor, caducaron; siendo el primero en hacerlo en Europa. La ópera gira alrededor de un relato medieval. que Wagner reutilizó en una obra compleja basada en el ciclo artúrico adobada con una mística pagano-cristiana; la obra dura 5 horas y media, requiere muchos recursos en forma de coros y gran orquesta, más unos ricos decorados que en esta versión nos remitían a un hospital alemán de la I GM.
Pero Wagner tiene sus irreductibles en los ambientes musicales locales y suelen presionar para que se celebren un par de costosas óperas wagnerianas al año. Son tal vez más conservadores que los verdianos, la otra facción predominante en la programación liceísta hasta ahora. En los corros y pasillos, en voz baja y en confianza, se deseaba el "vuelco" municipal; la Colau debía plegarse a cualquier candidato más formal. Los últimos sucesos con los "okupas" de la Bonanova habían enrarecido el cierre de campaña.
La función seguía con aficionados que ya en el primero de los tres actos, violaban el deseo de Wagner, de no aplaudir a su conclusión. Fervores, bravos, aplausos y pateos latinos; no como los silencios de Bayreuth donde la familia de Wagner, mantiene las voluntades del maestro. Las sopranos wagnerianas deben ser fornidas y con un buen tórax para mantener el tono y volumen de la voz y no quedar tapadas por la orquesta. La rusa Elena Pankratova reúne esta condición que le permite evolucionar como mezzo-soprano inicial a soprano al final. Es una Kundry manipuladora y seductora por orden de los Poderes oscuros (Klingsor) que la utilizan; evoluciona hacia el enamoramiento del ingenuo Parsifal el flojo barítono austriaco Shukoff.
El rey Amfortas, hijo del rey Titurel y el escudero Gurnemanz, completaban los principales roles con desigual fortuna. Uno de ellos se ayudaba de un minúsculo micro por problemas de voz. A las 21h se sabía que la" ciutat encisera" del poeta Maragall no daba el poder al nieto Ernest por segunda vez y lo arrebataba a la fornida Colau que trataría como Kundry redimirse de sus errores y hechizar a los Parsifales: Trias, Collboni. para permanecer en el Poder municipal sin quedar al margen.
Los liceístas aplaudieron a rabiar a la Kundry rusa Pankratova que voluminosa pero ágil , agradecía el homenaje. Al salir vía móviles y susurros todos sabíamos que Kundry-Colau ya no era la alcaldesa de Gotham. Fuera todo en paz, nadie tiraba huevos o gritaba.