La clausura de un nuevo curso escolar superado -si es con nota mejor- suele ser un motivo de alegría y celebración familiar, tanto para los padres como para los hijos. Pero no es el caso de este final de curso 2022-2023 para un colectivo de familias ‘matriculadas’ en centros educativos en los municipios de Corbera de Llobregat y de Cornellà de Llobregat.
Durante los pasados meses de mayo y junio, fueron publicadas las listas de plazas con los alumnos confirmados de cada centro escolar para el próximo curso 2023-2024. La sorpresa llegaba a algunos colegios como la Escuela Suris de Cornellà o la Escuela Jaume Balmes, en Corbera, que preparan el nuevo inicio de curso con una línea de alumnos menos de I3, tras ser aprobado por la Generalitat.
El curso 2023-2024 en Corbera se iniciará el próximo mes de septiembre con buenas y malas noticias para según que centros educativos. Actualmente, el municipio cuenta con cuatro centros escolares públicos: Corb, Jaume Balmes, Cau de la Guineu y Puig d’Agulles.
Los resultados de las inscripciones en las escuelas de Corbera han sorprendido, pues hay un aumento considerable en la escuela Puig d’Agulles. Este centro, ubicad oen la zona montañosa del municipio, y que contaba hasta el momento con una única línea de I3, ha recibido 32 peticiones de inscripción, por lo que, desde la Conselleria d’Educació de la Generalitat de Cataluña se ha aprobado la apertura de una segunda línea en el Puig d’Agulles, que va a pasar de 20 a 40 alumnos para el próximo curso.
Otro colegio de Corbera, la escuela Jaume Balmes (ubicada en pleno centro de la ciudad), está muy solicitado por los pequeños de las familias de la localidad, y acoge no solo a alumnos del propio municipio, sino también de municipios vecinos como la Palma de Cervelló. El Jaume Balmes ha contado tradicionalmente con dos líneas de I3, debido a su gran auge de alumnos, buena parte de ellos residentes del propio centro, donde se encuentran agrupadas las familias en situación económica inferior a otras que residen en urbanizaciones de montaña.
Debido a la disminución de inscripciones, 24 para el próximo curso, el colegio iniciará un nuevo año escolar en septiembre con una única línea, dejando a cuatro familias fuera de su primera opción, y que han tenido que ser derivadas a otro centro, con las pertinentes consecuencias que ello conlleva.
Las familias del colegio Jaume Balmes han protestado a la Conselleria d’Educació por los cambios producidos -suprimir y estrenar una nueva línea de I3 en el Puig d’Agulles- en pleno proceso de inscripciones escolares, cuando la gran mayoría de familias ya habían tomado su decisión de inscripción por lo sniños en función de la disponibilidad de cada centro.
Según afirma la Asociación de Familias de Alumnos (AFA) y familiares de la escuela Jaume Balmes, la solicitud de incorporar una nueva línea en el centro Puig d’Agulles ha sido realizada por familias del centro, que han ejercido presión sobre la consellereria, llegando incluso a mantener una reunión en el propio Parlament de Catalunya, pasando por alto el procedimiento que se debe realizar en estos casos, y que empieza por trasladar la necesidad al consistorio local.
Las familias que dispongan de un vehículo particular no tendrán ningún problema para acceder a diario a la escuela Puig d’Agulles, mientras que aquellas familias con una situación económica inferior (y que no disponen de vehículo propio), se verán obligadas a trasladarse con sus hijos a pie hasta la escuela, mientras se está a la espera de que la Generalitat ponga a disposición de las familias un servicio de autobús escolar que cubra estas necesidades.
El concejal de Educación y Jóvenes del ayuntamiento de Corbera de Llobregat, Albert Cañellas, asegura que la eliminación de la segunda línea del Jaume Balmes para trasladarla al Puig d’Agulles “no se ha realizado de la mejor manera” y reclama a la Generalitat que, al menos, “facilite el transporte público a aquellos alumnos que se ven obligados a cursar el próximo año en una escuela en la que no habían presentado su primera inscripción”.
Por otro lado, Lucia López, presidenta del AFA del colegio Jaume Balmes, denuncia que la situación supone una gran desigualdad para las familias en el municipio, puesto que el colegio Jaume Balmes se encuentra ubicado en el centro de la ciudad, donde es habitual que residan las familias con peor situación socioeconómica y quesuponen el grueso principal de las inscripciones de este centro.
La situación educativa en Cornellà para el próximo curso 2023-2024 también transcurre por una senda similar a la de Corbera. La Conselleria d’Educació de la Generalitat ha aprobado la supresión de líneas de I3 en dos centros escolares de la ciudad, la Escuela CEIP Suris, único centro único centro público del barrio Fontsanta-Fatjó y la escuela Dolors Almeda, ubicada en el barrio Almeda.
Tanto en Corbera como en Cornellà, la problemática se ha zanjado dejando a una veintena de alumnos obligados a iniciar el próximo curso 2023-2024 en un aula de I3 en un centro educativo que no figuraba como el ‘número uno’ de la lista de inscripciones. Esto conlleva, en muchos casos, dificultades de conciliación para las familias o consecuencias económicas al tener que desplazarse hasta otros centros más lejanos, entre otras circunstancias.
16 alumnos del CEIP Suris de Cornellà han sido reubicados |
A finales de abril, el Ayuntamiento de Cornellà reclamó mantener dos líneas de I3 en el colegio Dolors Almeda, alegando su necesidad debido a las inscripciones recibidas. Tras esta petición la Conselleria d’Educació de la Generalitat decidió aprobar la continuidad de una segunda línea del último curso de infantil. El pasado 1 de junio, el Consejo Escolar y la AFA del CEIP Suris, quienes contactaron con el consejero de educación, recibiendo respuestas escasas sin argumentos suficientes para suprimir la línea de I3. Por eso organizaron una manifestación con el apoyo de CCOO y de la dirección del centro para denunciar la situación y evidenciarla injusticia educativa. La escuela CEIP Suris ha sido la peor parada en esta lucha por el mantenimiento de líneas de I3 en Cornellà, que pese a tener un total de 35 inscripciones, han visto como la conselleria suprimía una de las líneas, sin tener en cuenta a los 16 alumnos que dejaban sin plaza en la escuela pública de Fontsanta- Fatjó. Susana, coordinadora de la escuela CEIP Suris, reivindica la situación de los afectados y asegura que “nuestra lucha ha sido porque se han quedado 16 familias en lista de espera”, aunque por el momento éstas han sido reubicadas en otros centros públicos del municipio, pero en contra de sus preferencias. |