"Una necesidad personal”. Así define Hugo Cobo, el director de Fantboi, la semilla que dio vida al festival que acaba de celebrar su tercera edición: “Yo como cineasta he visto muchos festivales de cine, es algo que me entusiasma, Sitges ha sido uno de mis lugares donde más feliz he sido y el vivir en Sant Boi y que no tuviera un festival, me hizo meditar mucho la idea y lanzarme a ella. Y siempre con el espíritu de ayudar a nuevos cineastas y películas independientes”. Sant Boi es una ciudad con 82.000 habitantes y muchos de ellos se desplazan a municipios cercanos para disfrutar de la gran pantalla. Con esta iniciativa, Hugo pretende persuadir, acercando la cultura a través del cine fantástico, a toda la ciudadanía y la población para despertar y promover esa costumbre del buen cine en la propia localidad, apostando ahora por el cine propio, concentrado en las salas de Can Castellet.
Como concepto en su teoría, Fantboi se define como una suerte de “cine fantástico y de terror”, que genera y hace experimentar diversas pasiones, pero sin miedo a las mismas. Incluye películas violentas, escenarios catastróficos, terror, acción, supervivencia… historias que provocan una gran descarga emocional y nos hacen desconectar por momentos de la vida cotidiana, a la vez que nos hacen aprender para ella. Y no podía ser que una ciudad con tanta historia y cultura como Sant Boi no tuviera un festival de cine. Por eso Fantboi también pretende potenciar la afición desde la proximidad valiéndose del género fantástico. Con los años su director espera poner a Sant Boi en el mapa como referencia en este “nicho” del séptimo arte.
Este tercer año, el festival se ha celebrado en dos sedes: en el tetaro de Cal Ninyo y en los cines Can Castellet. Sumando ambas ubicaciones se han proyectado 17 largometrajes y unos 30 cortometrajes. La mayoría son películas independientes de género de terror o fantástico, además de tres películas retrospectivas y las sesiones de cortos, que, como dice su director, es la mejor forma de poner el primer pie en un festival. “Tenemos la suerte con los largometrajes, que la mayoría son estrenos a nivel estatal, incluso The Choice es un estreno mundial.”, indica Hugo Cobo.
El año pasado casi quinientas personas participaron en Fantboi. En Instagram, tienen más de mil seguidores y el objetivo es ir aumentando año tras año, hacer el festival más grande y darle la relevancia que merece.
“El Fantboi también es su equipo y su público: un festival donde puedes charlar con el jurado e invitados, intercambiar ideas, disfrutar de películas que no se podrán ver fácilmente en cines ni plataformas, un lugar de encuentro para amantes del cine.”, subraya Cobo.
Por este motivo arrancó la aventura Hugo. Un periplo que no ha sido nada fácil. En la celebración de la segunda edición hubo algunas bajas en el ‘staff’, faltó coordinación, hubo problemas con los archivos de las películas… “Nos pensábamos de verdad que nos habían maldecido y por eso pusimos el leitmotiv “The road of the curse” para seguir el camino de la maldición y abrazarla con gusto”. Hugo añade, con fuerza, que a pesar de todo, los imprevistos que seguro siempre suceden se pueden afrontar y recuerda que son un festival nacido de la pandemia mundial. Y este mensaje tiene doble potencia al hablar del cine, al que tanto daño hizo la COVID-19 a la industria y tantas salas tuvieron que cerrar... Fantboi nace de la nada, para resurgir al cine de las cenizas. “Además este año nos hemos superado al invitar a Nerea Torrijos, ganadora de un Goya, (diseño del vestuario)” quien se ha dejado ver por el Fantboi con su pareja Paul Urkijo (director de cine), y “ha recibido el premio honorífico”, precisa.
Además este año el jurado del festival es íntegramente femenino, con la finalidad de promover la igualdad de género en el ámbito cinematográfico y destacar el trabajo de las féminas en esta industria. Las integrantes del jurado son tres mujeres: Marta Salvador, gestora cultural y fundadora de Distribution with glasses (una distribuidora de cine centrada sobre todo en el mundo del cortometraje), que ha participado en mesas redondas sobre la distribución en el cine, guionista y ha formado parte de jurado en varios festivales. Sara Gómez, que es actriz, productora de cine independiente, además de maquilladora profesional. Se dio a conocer en su canal de YouTube Sexxxyblood donde mostraba maquillajes SFX y mockumentarys de misterio. Y Aída Solé, licenciada en filología inglesa, y, aunque su vida profesional está centrada en las finanzas, en 2015 creó el blog The Bloody Princess, desde entonces ha participado en numerosos podcasts, publicaciones relacionadas con el cine de terror, ha cubierto varios festivales y su lugar siempre está en los festivales de cine de terror y fantástico.
El jurado seleccionó las mejores películas y cortos en competición y otorgó los premios correspondientes en la ceremonia de clausura del festival, que en esta edición se ha celebrado en Cal Ninyo el domingo 11 de junio, justo antes del ‘maratón de cortos’, que esta vez contó con el voto del público para premiar al mejor.
En esta tercera edición, los galardonados han sido los siguientes: “The Choice”, de Igor Federov, ha sido escogida mejor película. “Superjodidos Gaston Haag” se ha llevado el premio a mejor corto sección Sang Boi. “Psicario”, de Daniel Padró, ha sido escogido como mejor corto según el premio del Público. Además ha habido menciones especiales para “Emerge”, de Rafa Denigra, por su guión opresivo, a “AveMaria”, por hacer un folk horror catalán, y a “Sangre Sangrienta”, por su gamberrismo y trabajo de stopmotion.
“Un festival no es solo ver películas, es compartir la experiencia de disfrutar del cine, conocer gente nueva, comentar los visionados… Todas las proyecciones tienen presentación y se anima al público a formar parte del evento. También queremos que sea una oportunidad para generar más ideas y que de nuestro festival salgan nuevos rodajes o proyectos”, sostiene Hugo Cob, director de Fantboi.
Además de las proyecciones, Fantboi ha contado con una exposición donde 15 artistas locales han colaborado con el festival aportando su expresión artística, como forma de apoyo al proyecto. Por tercer año consecutivo en la Biblioteca Jordi Rubió i Balaguer, se han podido disfrutar los carteles donde los artistas escogen una película con el leitmotiv de las maldiciones, para fijar sus respectivas obras.
También hay una parte de formación, donde se han impartido clases de guión y producción de cine en el llamado Fantboi Lab, en el Instituto Rubió i Ors, donde se han realizado una serie de cortos grabados con el móvil. Se trata de un “laboratorio de ideas”, un proyecto piloto realizado junto con el área de Cultura municipal y el propio instituto, donde se presenta la idea de hacer un corto en poco tiempo y utilizando solo el smartphone. “A la iniciativa se apuntaron 30 alumnos de primero de bachillerato, y ha sido un éxito brutal. Hicieron grupos y se han podido realizar siete cortos. A nivel personal, es de los proyectos en los que más he disfrutado. Ver adolescentes implicarse y esforzarse por explicar una historia, ha sido genial”, afirma Hugo Cobo.
Otro aspecto del festival, novedoso este año, ha sido la organización de un Pitch de ideas de cortos y largometrajes, para hacer de punto de encuentro entre productores y creadores. Se ha concebido como una competición para seleccionar cinco proyectos ganadores. Y algo más original todavía: también se ha servido el ‘bocadillo oficial’ del Fantboi, creado por un chef que forma parte del equipo.
Es el primer año que el festival tiene dos sedes. El espacio de nueva incorporación (Cal Ninyo) se quiere especializar como lugar de encuentro de los cortos y de las producciones más arriesgadas y un espacio de charla. Otra novedad de esta tercera edición ha sido la invitación al “B-Retina” de Cornellà, un festival cinematográfico de serie B, que siempre “hace las delicias del público con menos prejuicios en una noche inolvidable”, asegura Cobo.
Otra rama del festival de Sant Boi es el ‘Fantboi Future’, una apuesta por el cine independiente y por visualizar las oportunidades. Para esta sección se han seleccionado seis ideas de corto o largometraje, de entre más de 20 presentadas. ‘Fantboi Future’ es “una oportunidad para conocer profesionales y productoras y que puedan recibir asesoramiento. Después de presentar sus proyectos, pueden charlar entre ellos y así potenciar el talento”. Indica Cobo.
En su conjunto, el festival va más mucho más allá del cine fantástico. También promueve hacer disfrutar al público, dar oportunidades a cineastas que están empezando o que esperan ser descubiertos y generar sinergias entre creadores audiovisuales y la audiencia.
El abono que daba acceso a todas las sesiones de la programación en ambas sedes para “The Road of the Curse” (celebrada entre los días 8 y 11 de junio) ha costado 30 euros. Tras la finalización del fantástico y terrorífico fin de semana, la organización del festival ha confirmado que ha sido “un éxito”. Fantboi ha proyectado ya 343 cortometrajes y 91 largometrajes de 43 países diferentes. Todos aquellos que estén pensando en participar en la cuarta edición deben marcar el próximo 31 de octubre como fecha destacada en su calendario, porque es el día en el que se abrirá el plazo para recibir nuevas obras. III