La construcción de la variante de la autovía del Baix Llobregat (A-2) que conectará con la autopista C-32 evitando la rotonda de la Parellada en Sant Boi (que se denominará B-25) ya es una realidad. Los trabajos preliminares se han retomado esta semana. Durante la década en la que han estado paralizadas las obras del vial, una peculiar hilera de columnas a medio terminar ha saludado diariamente a los automovilistas que circulaban por la comarcal C-245, convirtiéndose en un casi mítico símbolo del proyecto pendiente, con algo de mofa, dicho sea de paso.
La columnata de hormigón, de la que muchos desconocían el origen debido al tiempo transcurrido desde que se levantaron, ha acabado formando parte del ‘skykline’ de Sant Boi, en el sector del Oasis. Pero las estructuras inacabadas de lo que iba a ser el puente de la B-25 sobre la C-245 tienen los días contados. El proyecto definitivo de la variante incorpora como mejora que la futura autovía pase por debajo de la comarcal, lo que significa que uno de los primeros trabajos que se lleven a cabo será justamente “la demolición de las columnas”, han confirmado fuentes del Ayuntamiento de Sant Boi. También será eliminado el tramo de calzada asfaltada que nunca se puso en funcionamiento y no conduce a ninguna parte, entre las columnas y La Parellada.
Una de esas “mejoras sustanciales” del proyecto que se ha comenzado a ejecutar es que la B-25 ya no pasará por encima de la C-245, a la altura de Sant Boi, con un puente que salva el actual talud : se invierten los términos. La calzada de comarcal se elevara ligeramente para permitir que la B-25 pase por debajo. Es decir, que ya no hace falta el puente, y sin puente, las columnas carecen de sentido y su actual impacto visual resulta innecesario. Este cambio último de trazado está detrás de que la redacción del proyecto de terminación de la autovía “se haya demorado algo más de lo previsto”, reconocen desde el consistorio de Sant Boi.
El proyecto mejorado también incorpora pequeñas modificaciones que van a provocar que las obras de construcción “tengan un menor impacto y generen menos molestias a los vecinos y al tráfico rodado”, asegura un portavoz municipal. Entre estas mejoras (además de la demolición de las columnas inacabadas) destaca que no se tendrá que cortar al tráfico en ningún momento la carretera BV-2002 (entre Sant Boi y Sant Vicenç dels Horts) como estaba previsto. “En toda la obra habrá mucha menos afectación y menos molestias y se irá informando puntualmente de los avances de la obra” para hacerlas más llevaderas, confirman las fuentes municipales.
Una prueba de esta filosofía de molestar lo menos posibles será la inminente demolición de la columnata próxima a la rotonda de La Parellada. Es por eso que las obras del derribo se han programado para el próximo agosto, aprovechando que la C-245 registra un menor tráfico durante este mes como consecuencia de las vacaciones de verano. Y eso es importante porque “se tendrá que cortar en días puntuales algún carril de la comarcal, aunque en ningún momento se cerrará completamente”, asegura el Ayuntamiento de Sant Boi.
Durante el mes de septiembre está previsto que el consistorio local empiece a distribuir entre los Consells de Barri y los agentes sociales clave de la ciudad un material sobre el proyecto constructivo de la B-25, su calendario y sus afectaciones. Y es que hay que mentalizar a los vecinos de que “quedan dos años de obras por delante”, corroboran las mismas fuentes. Eso sí, redundando en que el nuevo proyecto ejecutivo incorpora “muchas mejoras que van a permitir que la B-25 se construya con las menores molestias posibles a la ciudadanía”, subraya un portavoz municipal.
Así pues, la historia del retorno de las obras a la B-25 concluye con una curiosa moraleja, asimilable a aquella frase bíblica de que “los últimos, serán los primeros”: Las columnas que durante una década han recordado día tras día que las obras de la variante seguían pendientes, van a ser las primeras en desaparecer con el reinicio de los trabajos.