Desde hace aproximadamente 30 años, el gobierno local de Gavà ha intentado sin éxito impulsar un megaproyecto urbanístico en el sector del Plan de Carat. Este proyecto busca duplicar el casco urbano al unir los núcleos urbanos de Gavà y Castelldefels con la construcción de cerca de 5.000 nuevas viviendas. Sin embargo, esta iniciativa conlleva la destrucción del último conector ecológico que une el Garraf y el Delta del Llobregat. A lo largo de casi tres décadas, la Plataforma ha criticado y luchado contra este proyecto controvertido.
Según la plataforma, el anuncio de licitar las obras de construcción de un nuevo abaixador entre Gavà y Castelldefels por parte de Raquel Sánchez, ex alcaldesa de Gavà y Ministra de Transportes, es considerado una aberración urbanística y carece de sentido. En un sector donde no vive absolutamente nadie, no tiene ninguna lógica hacer otra estación a medio camino, ya que las estaciones actuales de Gavà y Castelldefels están separadas por menos de 3,5 Km. Parece ser que la agenda política del partido que gobierna en Gavà y en Madrid es desarrollar a toda costa un sector como el Plan de Poniente, sin importar las consecuencias.
Invertir decenas de millones de euros en una nueva estación, que hará retardar la circulación de trenes y alargar el recorrido desde Castelldefels y los municipios del Garraf, supone una burla a los decenas de miles de ciudadanos que a diario usan Cercanías Renfe y sufren los retrasos y la mala calidad del servicio, alerta el colectivo ecologista. Es inaceptable que mientras la línea R2 de cercanías sigue sufriendo averías y atrasos continuos, como la reciente a un transformador en Gavà mismo, se realice esta inversión.
Una mejora en el transporte público es exigida por los ecologistas. Solicitan el desdoblamiento de las vías en el tramo Sants - Castelldefels, un aumento en la frecuencia del metro para tener un tren cada 5 minutos (actualmente hay entre 3 y 5 cada hora) y una mejora en la infraestructura para prevenir averías y fallos del sistema.
"Las justificaciones ofrecidas por la Plataforma para defender la nueva estación son consideradas como "absolutamente ridículas". Según ellos, afirmar que los vecinos de Begues utilizarán esta estación provoca risas entre la población de Gavà y Begues. Ellos saben que la actual estación de Gavà es mucho más accesible y tiene una conexión directa con el autobús que une ambas localidades. Además, argumentar que las personas del Garraf y el Penedès se desplazarán en coche hasta Gavà para aparcar y tomar el tren allí es completamente inverosímil. Lo que realmente se necesita es que tomen el tren desde sus propios municipios y comarcas, en lugar de desplazarse en coche hasta Gavà para luego cambiar al transporte público. Sería mucho más efectivo cubrir el polígono industrial Camí Real con un autobús lanzadera que lo conecte con las estaciones actuales de Gavà y Castelldefels, a un costo más bajo y con mayor eficacia. Sin embargo, ni los ayuntamientos ni la AMB han querido invertir en la movilidad de los polígonos industriales de Gavà hasta ahora."
La propuesta de diseño de Adif para el aparcamiento finalmente no incluye ninguna medida de adaptación medioambiental. No se ha contemplado la plantación de árboles y el pavimento del aparcamiento es de suelo no permeable, lo que implica la necesidad de pavimentar una mayor superficie y reduce la capacidad de drenaje en la zona.
Los ecologistas han rematado diciendo que Raquel Sánchez se ríe de la gente y no cree ni sabe nada del transporte público, solo cree en el dogma del crecimiento urbano para favorecer los intereses de los fondos inversores.