El PSOE no ha ganado las elecciones generales del 23J pero Pedro Sánchez tiene más números para conseguir ser investido presidente que Alberto Núñez Feijoo, pese a que el PP ha obtenido de las urnas 136 escaños frente a los 122 de los socialistas. La clave de ese éxito de la formación del puño y la rosa la tienen los excelentes resultados del PSC en Catalunya, pero si se ajusta más la precisión de la lupa se descubre que los verdaderos artífices de que Sánchez, siga vivito, resiliente y coleando (y con números para reeditar un Frankenstein-2 de más amplio espectro) son el Baix Llobregat y L’Hospitalet.
Los resultados del partido de Sánchez –capitaneado en Cataluña por Salvador Illa- han sido demoledores en nuestro territorio. Aplastantes. Mientras que en el conjunto de la provincia de Barcelona el masivo apoyo al PSC se ha colocado en un meritorio 33,17% del escrutinio (con un inesperado crecimiento del 13,3% respecto a los comicios de 2019) en L’Hospitalet se han pulverizado los registros y los socialistas han arrasado, acaparando el 47,37% de los votos, aunque el porcentaje de despegue sea algo menor que la media barcelonesa (12.6%, 0.7 puntos porcentuales menos) es igual de meritorio o más porque partía de un techo mayor y, por tanto, más difícil de doblegar.
El escrutinio de la segunda ciudad de Cataluña es, a grandes trazos, un calco del obtenido en el resto de grandes feudos del antiguo ‘cinturón rojo’, como Cornellà, donde los de Illa se han hecho con un botín igualmente estratosférico de votos del 46.29% (con una subida del 12,5%). Dos marcas solo superadas en rojo por la Santa Coloma de Gramenet, con un sideral 49,1%
Hasta en los municipios donde los resultados del PSC han sido más bajos que la media comarcal que ronda el 41% (ocho puntos más que el cómputo provincial) y que la barcelonesa el saldo es espectacular si se tiene en cuenta que se trata de plazas que se le resisten y atragantan a los socialistas en todas las elecciones. Incluso en los municipios donde la suerte ha sido más esquiva (aunque poco) a los intereses de Sánchez, el porcentaje de papeletas recibidas ha sido enorme: 27,36% en Torrelles de Llobregat y 28,08% en Begues (dos municipios que, no olvidemos, tienen un alcalde independiente y de Junts, respectivamente).
El PSC ha conseguido dar un vuelco en municipios donde el 28M perdió la alcaldía --como San Andreu de la Barca, donde los socialistas se disparan hasta el 42,25 de los votos (ascenso del 11.4%)- o donde ganó Junts -como Martorell, donde los correligionarios de Salvador Illa atrapan un excepcional 41,87% de los sufragios (un 15,7% más que en 2019).
En el resto del territorio la hegemonía socialista se mueve por encima del 40%, como ocurre en Sant Boi (43.89%), Viladecans (43,16%), Sant Joan Despí (42.51%), El Prat (41,83%) y Esplugues (41,38%) o rozándolo como en Gavà (39.8%) .
Mención especial merece Castelldefels, donde acaban de ‘restrenar’ como alcalde al popular Manu Reyes, el único primer edil del PP en todo el territorio. En la capital turística del Baix, el PSC también se ha impuesto –con un porcentaje contundente: 34,43% y un más discreto aumento del 11,4%) pero lo más llamativo de esta ciudad es que el partido que más ha crecido (aunque poco) ha sido el PP, con una meteórica subida del 11,6% que le ha aupado hasta lograr el 23,77% del escrutinio.
El resto del escenario que deja el 23J en el Baix Llobregat y L’Hospitalet se resume fácilmente en cuatro puntos clave:
El PP sube en todo el territorio un promedio del 7% (solo medio punto más que la media provincial, con un sorprendente 8.2% en Gavà).
Batacazo de los independentistas (en especial del ERC, que vuelve a fracasar en su enésimo intento por asaltar el feudo metropolitano del PSC y se deja algo más de un 8% de los apoyos conseguidos en 2019 –en la línea de media provincial-, mientras que Junts ‘sólo’ se deja por el camino el 1,5% de las papeletas)
Estancamiento de SUMAR (que repite idénticos porcentajes que hace cuatro años en todos los municipios)
Y debilísimo (casi inapreciable) despunte de VOX, de entre el 0,2% y el 1,1% en función de las localidades, medio punto por encima de la media provincial.