Se ha puesto en marcha un programa en el Hospital San Juan de Dios de Barcelona que permite a las embarazadas que han roto aguas y no tienen contracciones regresar a su hogar y descansar allí durante un máximo de 24 horas hasta que comiencen las contracciones que indican el inicio del parto.
Dirigido a las gestantes de bajo riesgo que se encuentran en los últimos días de un embarazo a término, el programa Espera tiene como objetivo empoderar a la mujer, involucrarla en el proceso y la toma de decisiones, y promover su descanso y comodidad antes del parto en el entorno de su elección. El Hospital San Juan de Dios Barcelona recibe, cada semana, un promedio de cinco gestantes que cumplen con los requisitos para ingresar al programa.
El inicio activo del parto es señalado por las contracciones, sin embargo, una de cada diez embarazadas rompen aguas antes de esto. En ocasiones, estas contracciones pueden tardar horas en llegar. Según la evidencia, más de la mitad de las gestantes que rompen aguas pero no tienen contracciones pueden tardar más de 24 horas en ponerse de parto. Anteriormente, estas mujeres pasaban este tiempo ingresadas, pero ahora se les ofrece la opción de regresar a casa y pasar este período en su hogar.
"La comadrona Soraya Diéguez explica que buscamos empoderar a la mujer y hacerla sentir más protagonista, dándole voz en el proceso. Además, si así lo desea, se le permite pasar las horas previas al parto en su hogar, en su propia cama, dando paseos alrededor de su domicilio. En resumen, se busca crear un entorno más familiar y conocido que ayude a enfrentar el parto con mayor tranquilidad y relajación. De esta manera, se evita esa sensación de cuenta atrás que provoca un aumento de la adrenalina y los niveles de cortisol en la mujer, contrarrestando así la hormona oxitocina que favorece el inicio del parto".
En los protocolos de países del norte de Europa, Reino Unido y Australia, entre otros, se ha incluido la opción de esperar hasta 24 horas en el domicilio para las gestantes de bajo riesgo. El Hospital San Juan de Dios también ha implementado esta práctica debido a que se ha comprobado que es segura y mejora la experiencia de las pacientes. Según la doctora Patricia Ferrer, el riesgo de infección maternofetal en estos casos es mínimo. Si el parto se inicia 24 horas después de la rotura de aguas, solo aumenta un 0,5%. Después de ese periodo, no supera el 1%. Sin embargo, este ligero aumento del riesgo no se traduce en un incremento en los partos instrumentados ni en una mayor morbilidad o ingreso de los neonatos.
Para ser candidatas en el programa Espera, las gestantes deben tener un embarazo a término y estar esperando solo un bebé, además de ser de bajo riesgo obstétrico. Es necesario que la criatura se encuentre en presentación cefálica y que, al momento de que la madre rompa aguas, estas sean claras. Asimismo, el análisis de la bacteria estreptococo agalactae, realizado al final del embarazo, debe arrojar un resultado negativo.
Los profesionales que atienden a la gestante en el Hospital, cuando ella ha roto aguas, realizan diversas pruebas para asegurarse de que tanto ella como la criatura que espera están en buen estado general. Verifican que la mujer no tiene fiebre ni signos de infección y que la criatura presenta movimientos fetales normales. Con esta información, el equipo evalúa si es necesario inducir el parto o si se puede adoptar una conducta expectante.
Si la paciente vive a menos de 45 minutos del Hospital, el equipo le ofrece dos opciones en este último caso: quedarse ingresada en el centro o esperar en su casa. Las mujeres que participan en el programa reciben consejos e información sobre las señales de alarma que indican que deben regresar al hospital antes, como cambios en el color del líquido amniótico, fiebre o contracciones. Además, tienen acceso a un teléfono donde pueden llamar y una comadrona del Hospital estará disponible para responder sus preguntas y dudas en cualquier momento. Antes de irse del centro, se les programa una hora de ingreso en caso de que las contracciones no comiencen.
"Soraya Diéguez ha comentado que las mujeres que eligen el programa Espera han valorado positivamente su experiencia. Según ella, algunas tardan mucho en decidirse a participar y pasan varias horas en preparto antes de ser ingresadas. Además, deben sumar las horas de inducción al parto, que suele ser un proceso largo, y el propio parto. En resumen, son muchas horas y aunque algunas estén tranquilas, no todas lo llevan bien".