El 16% de la población metropolitana (aproximadamente 526.000 personas) vive en zonas con una muy alta vulnerabilidad al cambio climático. El estudio "La calor en un futur: índex de vulnerabilitat al canvi climàtic (IVAC)", co-coordinado y financiado por el AMB y elaborado por el área de Sostenibilidad Urbana del Instituto Metrópoli (antes IERMB), identifica las áreas del territorio y los grupos sociales más vulnerables a estos fenómenos. Lo hace gracias a la creación del primer índice de vulnerabilidad al cambio climático (IVAC) en el área metropolitana de Barcelona, que dibuja un mapa a una escala muy precisa (sección censal).
La investigación identifica los puntos con mayor vulnerabilidad, teniendo en cuenta el estado actual y el futuro aumento de las temperaturas extremas y las olas de calor. Cuanto más alta sea la puntuación IVAC, más vulnerable es la zona al cambio climático.
Según datos recientes de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), hay una alta probabilidad de que este verano sea muy cálido, específicamente, que esté entre el 20 % de los más cálidos de las tres últimas décadas: https://www.aemet.es/es/serviciosclimaticos/prediccion_estacional.
Las zonas más vulnerables se encuentran principalmente en los nueve municipios metropolitanos con mayor densidad de población, entre otros: Santa Coloma de Gramenet, Sant Adrià de Besòs, l'Hospitalet de Llobregat, Badalona, Cornellà de Llobregat o algunos distritos de Barcelona, como Nou Barris, Ciutat Vella y Sants-Montjuïc, que presentan los índices de vulnerabilidad más altos.
En el eje Llobregat, destaca l'Hospitalet de Llobregat, con varios barrios que incluyen zonas muy vulnerables, como La Torrassa, La Pubilla Cases, La Florida, Les Planes, Collblanc o Bellvitge, entre otros. En Cornellà de Llobregat, el barrio de Sant Ildefons. En Esplugues de Llobregat, alguna zona de Can Vidalet.
Que haya poca presencia de verde y alta densidad residencial, con predominio de hogares de bajos ingresos y sin estudios universitarios, de hogares con personas mayores que viven solas, de hogares con mujeres mayores, de población extranjera proveniente de países en desarrollo y de hogares vulnerables con informes de riesgo de exclusión residencial de servicios sociales. Además, son áreas con viviendas relativamente viejas (construidas principalmente entre 1951 y 1980) y con una proporción más alta de edificios en estado deficiente, mal estado o ruinoso.
Por otro lado, el estudio señala que algunos de los factores que ayudan más a reducir esta vulnerabilidad son la abundancia de zonas verdes urbanas, así como la presencia de viviendas de nueva construcción, especialmente las que datan del 2007 en adelante.
La influencia marítima también tiene gran importancia: algunos barrios del frente marítimo de Barcelona, Badalona y Sant Adrià de Besòs, a pesar de tener un IVAC alto, no tienen proyecciones tan elevadas de aumento de las temperaturas diurnas y, por lo tanto, serán zonas menos vulnerables que otros barrios interiores de Barcelona con características sociales y de edificación similares.
La superposición del IVAC con la actual red metropolitana de refugios climáticos (XMRC) muestra que la cobertura actual de refugios climáticos ya alcanza casi la totalidad de las zonas de alta vulnerabilidad.
Este verano de 2023, un 80 % de la población metropolitana vulnerable (excepto en Barcelona) está a 10 minutos de un refugio climático metropolitano, y el 96 % a 15 minutos. La XMRC ha incrementado notablemente su cobertura, ya que ha pasado de 20 refugios en el verano de 2021 a 74 refugios en 2023.
Así, el IVAC ha sido la herramienta para dirigir la ampliación territorial de la XMRC. Actualmente, siete de los nueve municipios con población extremadamente vulnerable ya forman parte de la XMRC.
La investigación hace una lista de propuestas para garantizar ciudades más adaptadas al aumento de los episodios de calor extremo que ya hemos comenzado a vivir.
El AMB ya está llevando a cabo varias de estas políticas de adaptación al cambio climático para mitigar lo antes posible sus efectos adversos.
Algunos ejemplos son la expansión, año tras año, de la red metropolitana de refugios climáticos, que en este 2023 se ha ampliado hasta 74 espacios. Por su parte, el Plan de barrios del AMB también prevé la habilitación de refugios climáticos. Otro ejemplo es la línea de ayudas para la rehabilitación energética del parque metropolitano de viviendas. Esta convocatoria de subvenciones, gestionada por el Consorcio Metropolitano de la Vivienda, está dotada con 100 millones de euros de los fondos europeos Next Generation, y espera rehabilitar 13.650 viviendas en cuatro años, que beneficiarán hasta 35.000 personas.
Para consultar el resumen divulgativo del IVAC, visita: https://bit.ly/3qb005U