Durante el año 2022, se llevaron a cabo un total de 54 duodenopancreatectomías cefálicas en la Unidad de Cirugía Pancreática del Servicio de Cirugía General y Digestiva del Hospital Universitario de Bellvitge. De estas, 8 fueron realizadas mediante cirugía mínimamente invasiva (robótica o laparoscópica). Es importante destacar que no se registraron casos de mortalidad en ninguno de los procedimientos.
Tanto en términos de cantidad de intervenciones realizadas por un solo centro como en lo que respecta a los resultados cualitativos, estas cifras son récord en nuestro entorno. Es aún más relevante destacar que la alta complejidad de la intervención dificulta enormemente lograr una mortalidad nula durante todo un año.
Principalmente para tratar los tumores localizados en la cabeza pancreática, se indica la duodenopancreatectomía cefálica o cirugía de Whipple. Esta cirugía implica la extirpación de la cabeza del páncreas, el duodeno, la vesícula biliar y la vía biliar extrahepática, seguida de la restauración posterior de la continuidad pancreática, biliar y digestiva.
Es recomendable que los centros, que cuenten con un equipo multidisciplinario experto en este procedimiento, realicen al menos 20 intervenciones al año debido a su complejidad. Es necesario llevar a cabo estas intervenciones en centros con un elevado volumen y experiencia.
Desde hace unos años, se ha promovido por parte del Servei Català de la Salut la concentración de este tipo de intervención en unos pocos centros especializados. Durante el 2021, se realizaron en toda Cataluña un total de 215 duodenopancreatectomías cefálicas. La cirugía presenta una morbilidad (índice de complicaciones) aproximada del 50%, mientras que la mortalidad postoperatoria en los centros especializados y de referencia se encuentra por debajo del 5%.
La experiencia, la estandarización de la técnica y una buena selección de enfermos en el estadio radiológico son algunas de las principales claves del éxito de la Unidad de Cirugía Pancreática del Hospital de Bellvitge. Además, se destaca la optimización de los enfermos mediante el protocolo ERAS de recuperación intensificada después de la cirugía, donde la enfermería juega un papel muy importante.