La síndica, un cargo bien pagado e innecesario leyó su informe; esta vez con más soltura que otras veces. Destacando la mala atención de la oficina de Tributos (bien cierto), el deficiente servicio sanitario de nuestro Hospital concertado, el IBI de los pisos desocupados y el insoportable nivel acústico de una ciudad sin centros de ocio, que ha convertido sus calles en un ruidoso desahogo lúdico, el mal servicio de los buses… Lo malo de su recitado es que en general son quejas que se arrastran desde hace años, sin ser resueltas ni paliadas. En fin; según la costumbre, hubo aplausos y alusión a su colega de Cornellà. Hasta el 2024 otra vez.
Hubo una moción ERC pro-mayor uso del catalán en el Ayuntamiento. Entre el secretario López, la alcaldesa y el edil González -que posee el “don de la obviedad”- demostróse que en el uso del catalán se cumple más que bien en el Ayuntamiento.
El malestar valenciano en Burriana trató de resonar en Sant Boi; en sus turnos Natalia Ortega del PP, con aplomo y prestancia, habló de discriminación con el español en Sant Vicenç y en el tablero informativo de una escuela pública santboyana: desde el urdu, rifeño, chino, pero no en español. El Sr. García de VOX con voz suave puntualizó muy breve que el valenciano existe como idioma propio. Dilución de la moción, entre puntualizaciones y acuerdos mutuos.
Surgió el tema del Plan de Sequía de Sant Boi, el edil Pérez (con su aumento de sueldo concedido), e hijo del concejal Pérez de IU, reconoció tres devoluciones del Plan por incompleto. Explicó que se harán 2 pozos en Marianao y en las Salinas.
ERC presentó una moción no inédita para instar a las compañías eléctricas y de telecos a soterrar sus cableados que cuelgan peligrosamente de muchos edificios. El Sr. Carcelén habló de hacerlo en edificios singulares y en las nuevas urbanizaciones de calles. Poco más, en su compromiso. Si no han retirado las “uralitas”, qué será de los cableados.
La edil González presentó ya su tercera modificación del Presupuesto 2023; todo es presupuestar para el poco modificar, una mala costumbre que la UE critica.
En una sesión sosa se llegó a la posible animación de los “ruegos y preguntas”. La alcaldesa Moret exordio a todos a que pregunten con brevedad, eso sí. Pienso que ella confía en este sistema para mejorar el control de calidad de sus ediles. Suele animar a la participación. Destacamos:
ERC recogió la queja de la Plza. Olivera donde unos vecinos viven los inconvenientes de la falta de locales de ocio adecuados: gritos pelados en plena noche, botellazos, trapicheos de droga y amenazas. Al fondo de la sala los vecinos asentían en lo descrito. El edil de zona Nicolás empezó sesgando y particularizando la queja a “algunos”; él es residente y empleado del barrio, y adujo desconocer la magnitud del problema. La edil Muñoz excusó las vacaciones de la Policía y que además a los “Mossos” les han encomendado Torrelles, y van escasos de efectivos. Se recomendó a ERC que se quejarán también al conseller Elena, un ex PSC. La alcaldesa encomendó al final las quejas al edil Nicolás. Porque en su barrio ocurren cosas a solventar con urgencia.
Destacar la suavidad en las formas del pleno que recuerda, por ahora, el mejor período del alcalde Bosch. Para la escasa oposición, deberían aprovechar el trabajo de anteriores ediles opositores en temas controvertidos. VOX podría aprovechar los trabajos del edil Parada, de PxC, respecto al Cine Castellet, y otros que acabaron en tribunales, con buen resultado. Del PP con las empresas municipales y de CS con la ayuda exterior, cuartel y ateneo en ruinas. Hay actas y videos para ayudarse. El tiempo es breve y una muralla con 48 años aguanta mucho, pero siempre hay brechas y grietas en los actos y en las personas con poder.
En resumen, un pleno poco sustancioso.