En la revista científica PLOS ONE se ha publicado un estudio realizado por el Grupo de Investigación en Enfermedades Cardiovasculares (BIOHEART) del IDIBELL. Este trabajo forma parte de la línea de investigación aplicada a resultados en salud.
Se seleccionaron a los pacientes con mayor riesgo de recaída para este estudio, en el cual se comparó la evolución de 123 pacientes dados de alta entre enero y agosto de 2017 (justo antes de poner en marcha el programa) y 317 pacientes dados de alta entre septiembre de 2017 y enero de 2019 (ya con el programa bien consolidado).
En el segundo grupo de pacientes, se observó una mejora significativa en el índice conjunto de reingresos y muertes en comparación con el primer grupo, tanto a los 90 como a los 180 días, según reveló el análisis de los datos. Además, se encontró una disminución en la incidencia de eventos adversos, hospitalizaciones por insuficiencia cardíaca y enfermedad cardiovascular, así como en la mortalidad por todas las causas.
Profesionales de enfermería lideran y desarrollan la actividad diaria del equipo del Programa de Insuficiencia Cardíaca Comunitaria. Este equipo está compuesto por médicos y enfermeras de la Unidad Multidisciplinaria de Atención a la Insuficiencia Cardíaca Comunitaria (UMICO) del Hospital Universitario de Bellvitge, así como de la Atención Primaria de Hospitalet Sud, Hospitalet Centro y El Prat de Llobregat.
La mejora del acceso a la atención, la continuidad asistencial, la optimización de los tratamientos y la educación del paciente son los pilares fundamentales en los que se basa el programa. Para decidir un plan de seguimiento individualizado, se realiza una evaluación psicosocial y clínica integral del paciente. A partir de ahí, se implementa un protocolo de siete pasos que tiene una duración de 3 a 6 meses y consiste en una intervención holística e intensiva. Durante este periodo, se alternan las visitas presenciales con los contactos telemáticos, ya sea por teléfono o por videoconferencia. El objetivo principal de esta intervención es educar y empoderar al paciente en su autocuidado, así como prescribir tratamientos farmacológicos y no farmacológicos basados en las recomendaciones de las guías de práctica clínica. Además, se profundiza en el estudio etiológico de la insuficiencia cardíaca cuando sea necesario y se busca identificar y tratar precozmente las comorbilidades y cómo abordarlas.
Si no se han alcanzado los objetivos en el tiempo preestablecido, el período de seguimiento del paciente puede ampliarse. Las enfermeras cuentan con diversas herramientas de apoyo para gestionar sus intervenciones con autonomía al aplicar el protocolo, y también tienen el respaldo de los médicos si es necesario.
Un síndrome crónico con un impacto muy negativo en la mortalidad, morbilidad y calidad de vida de la población es la insuficiencia cardíaca. Además, es una de las causas fundamentales de reingreso hospitalario, especialmente en las semanas y meses inmediatamente posteriores a una primera alta hospitalaria.
Los beneficios potenciales de los programas comunitarios más allá de los treinta días son confirmados por el Dr. Josep Comín, jefe del Servicio de Cardiología del Hospital de Bellvitge, impulsor de este programa y director del Grupo de Investigación en Enfermedades Cardiovasculares (BIOHEART) del IDIBELL. Según él, estos resultados dan más motivos para que estos programas se apliquen de forma generalizada, de modo que se pueda ofrecer una atención óptima a los pacientes en su fase más vulnerable, que es justo después del alta hospitalaria.