El Carmelo, es el lugar de las novelas de Marsé; allá con su natural habilidad manual, trabajó de mecánico destacando de la media. La pausa militar le destinó a la Marina en Cartagena. Allí al poco tomó responsabilidades en los Talleres del Arsenal; un problema médico sobrevenido, le libró del cumplimiento de parte del servicio militar. Veinteañero, conoció y se casó con su esposa (hija única) muy temprano hasta para entonces. Se inició en los trabajos de moldeado en un taller metalúrgico de Esplugues, como fresador destacado y cobrando muy joven como oficial.
En este taller permaneció hasta que unas diferencias con la propiedad, le hizo tomar la decisión de trabajar por su cuenta con un socio, fundando en 1975, -año de muerte de Franco-, con la lógica incertidumbre: “Moldinter, SA” en Cornellà. Jéronimo se tiró a la piscina, con muy poca agua. Pero la suerte se asocia a los audaces. Empezó súbito su despegue.
Nos explica Jerónimo que el primer objetivo de su empresa era hacer moldes, pero dado el desconocimiento de la nueva empresa en el sector, se ofrecieron como reparadores de moldes, con la idea final de captar así a los clientes para sus encargos de moldes nuevos, una tarea mucho más regular y rentable como actividad industrial.
Jerónimo, como muchos emigrantes sureños, seguía su instinto y la tendencia correcta de abandonar el agro que ya no precisaba de tanta mano de obra, -los dos grandes éxodos migratorios fueron en los años 50-60 y después en los años 70-80- y trasladarse al Centro y Norte en busca de mayores oportunidades. En su caso, en el sector metal, Entonces, Cataluña era (con propiedad y sin lugar a dudas) la fábrica de España.
En este ambiente próspero y confiado era posible, como en el notable film polaco de Wajda “La tierra de la gran promesa”, asociarse con atrevidos y enriquecerse pronto. Muchos recuerdan los ruidos de los telares de Terrassa-Sabadell, las pymes del sector químico del Vallès y las prensas y los tornos del sector metal en el Baix Llobregat, auxiliando ya al sector automotor con una incipiente exportación de buenos productos y precios ajustados por tren, aeropuerto, puerto y carretera, todo cerca de la frontera con Europa. Una provechosa etapa industrial que Jerónimo -un hombre hecho así mismo- añora y recuerda. Cruzó el charco en numerosas ocasiones: USA, México, Colombia… allá aún permanece a precario uno de sus primeros socios, porque México (con sus “maquiladoras” fronterizas: Tijuana, Monterrey…) es un mal ejemplo industrial para muchos.
Mientras le entrevistamos, la “Celsa” -la siderúrgica de la familia Rubiralta- caerá en manos de sus principal acreedor: el “Deustche Bank”, un gran accionista del grupo Volkswagen y, por ello, de la vecina fábrica Seat, cercana a Celsa. Nissan ya cerró. Todo el sector de motos desaparecido en combate. En 2005, su empresa “Moldinter”y muchas del sector metal fueron al cierre en menos de cuatro meses; la competencia de China, Japón y Corea les arruinó, pero también la carencia de una “política industrial” que el ministro del ramo, el señor Montilla, no fue capaz de impulsar. Pasamos de las emociones del día y del pasado a la primera pregunta.
¿Es posible que un buen mecánico, bien preparado y con experiencia se pueda instalar por su cuenta hoy en día?
Creo que es posible que un taller de mantenimiento (un sector en auge) pueda prosperar, aún a pesar de las malas circunstancias que se viven en muchas pymes.
Se afirma que en España existen 150.000 empleos vacantes, entre ellos tornero y fresador, también en la construcción, hostelería y agricultura. ¿Lo crees cierto?
Seguro que es cierto y puedo decir que,en mi sector, un buen tornero y un buen fresador son necesarios y están bien pagados. Otra cosa es lo referente a los empleos con menor formación y experiencia. Pero sí, hay un problema notable de relevos y vacantes laborales a pesar de las cifras de paro oficiales que rondan un 13,26%. También el fenómeno de los “ninis” (25-34 años) jóvenes que ni estudian ni trabajan, que ya está en un 20%. Son cifras apabullantes, incomprensibles para los de mi generación.
Jerónimo ilustra el problema con sus dos hijos, el mayor ingeniero trabaja en la HP como directivo; su hija trabaja en Francia como viticultora, tras períodos de rebeldía juvenil, pero ella siempre ha sido autosuficiente. Es lo que le falta a muchos jóvenes: un “pronto” rebelde para irse o instalarse y buscar brecha.
Nuestro entrevistado ha invertido en la educación de sus hijos y cree que el ascensor social vía estudios, funciona. Recuerda las “Universidades laborales” de su época que surtieron de mandos intermedios, perfectamente adecuados a las nuevas necesidades socioeconómicas, contribuyendo al “despegue industrial” español por la vía rápida, que ahora es lenta y llena de dificultades y costes para los estudiantes.
Faltan prácticas, reforzar la FP y prestigiarla. Cuántas vocaciones empresariales y técnicas han nacido entre simples trabajadores cualificados. Coincidimos plenamente.
Muchos jóvenes graduados, deciden irse al extranjero a prepararse y muchos se quedan allá ¿es necesario formarse en el extranjero y emigrar?
Tengo sobrada experiencia como emigrante laboral para decir que en mi ámbito no es necesario irse al extranjero para ser un buen especialista. Eso sí, uno debe asegurarse un buen aprendizaje (tres años mínimo) para destacar y ganar bien.
Ya en plena crisis industrial, en 1992 el ministro Aranzadi (PSOE) dijo: “Que la mejor política industrial es la que no existe”, esta frase se ha lamentado, pero no corregido. ¿Por qué?
Yo he sufrido, el desamparo industrial, la falta de apoyo tanto de Madrid como de Barcelona, sean las subvenciones o créditos bonificados, como en el País Vasco, que así trampea su crisis industrial (Grupo Mondragón, CAF…) Puedo decir que no he tenido apoyos reales, aunque si tengo una fotografía con Pujol, (sonríe) en un ágape empresarial; poco es para enfrentarte a reconversiones y a importaciones chinas por el precio de la materia prima y su nula conflictividad laboral y gran productividad.
Hay pocas grandes inversiones industriales en Cataluña sea por recelos, fiscalidad o simple falta de política industrial como los vascos, que sí intentan tenerla. ¿Se explica?
En Cataluña hay poco tejido industrial nuevo, pero sí muchos servicios , y así paliamos el declive económico; ahora Madrid es el polo principal de inversiones, -sean europeas o americanas-, prefieren las facilidades madrileñas y valencianas. Las dos zonas han espabilado mucho respecto a Cataluña, veremos como acabamos.
Vargas Llosa, escribió que el Perú, “se jodió en 1950” con el General Odría; tu sector del metal, ¿cuándo se jodió y con quiénes mandando?
En 2005 pasamos cuatro meses sin actividad, sin pedidos y sin ayudas o buenas orientaciones, así fuimos cerrando todas las pymes catalanas del metal -400- puede que quedarán diez, que aún resisten precarizadas algunas. Fue una debacle. Ocurrió estando Rodríguez Zapatero al mando con Montilla y Clos de ministros de Industria. Ambos fueron alcaldes antes pero inactivos ante la crisis.
¿Podría concretar los efectos de esta inactividad?
Se produjo la deslocalización de la actividad industrial a China y Corea del Sur con moldes de menor calidad, con bajos precios al coste de la materia prima y costes laborales reducidos: un español cobraba lo de 20 chinos.
En tus viajes profesionales, ¿qué has apreciado más?
Valoré la creciente automatización de procesos y la robotización en: Japón, Alemania, USA y Corea del Sur, Suiza. Siguen siendo los primeros de la clase. El sistema industrial USA ya no es el mejor, salvo en: informática, Telecomunicaciones Aviónica y Defensa
El empresariado y el Gobierno quieren aumentar una inmigración sin restricciones, con tus propias experiencias y libre opinión, ¿cómo lo ves?
Es una solución provisional, de corto alcance y complicada en su gestión y efectos laborales y sociales. Miremos a Francia. Para el sector industrial falta una preselección para los puestos requeridos.
¿Cuáles, en tu experiencia industrial, son los países más fiables a nivel comercial?
En formalidad comercial e industrial, destacan: Alemania, Japón, Corea del Sur pero USA y China no destacan por ello.
A nivel personal y patrimonial ¿cómo te afectó el cierre de “Moldinder”?
Las pymes de la época mezclábamos patrimonio e industria, sin separarlo como es aconsejable, el no hacerlo fue para mí, la ruina. Llegó el concurso de acreedores con sus embargos, juicios, apremios, gastos judiciales, proveedores y los obreros, unos 80 que cobraron todo, según sus antigüedades, la mayoría con más de 15 años acumulados. La ruina me produjo una larga depresión.
Gracias a mi esposa y familia fui recuperando mi talante habitual. No contaron ni las Asociaciones Empresariales, ni las Autoridades municipales o autonómicas, perdí mi fábrica que me había dado tantas alegrías. Nunca recibí apoyos y siempre me autofinancié, salvo contadas excepciones. Realicé trabajos en México y cuando me jubilé conseguí un minúsculo huerto recreativo municipal (60 metros cuadrados)y allí vuelvo a mis orígenes campesinos extremeños. Ya saben muchos que allí la agricultura ha mejorado mucho desde el “Plan Badajoz” tan exitoso; como ahora lo es la agricultura ecológica. Allá una familia necesita 50 ha para vivir bien de la tierra. Muchos inversores catalanes como Freixenet ya tienen propiedades en Extremadura.
Sé que en el “parc Agrari” hay un intento de convertirlo en un Doñana y no le veo sentido a eso de la “ZEPA” . También mantengo el interés por las renovables, participé en un fallido proyecto de crear una piscifactoría en la Baja California mexicana con placas solares.
En Cataluña estamos muy atrasados en el desarrollo del tema, lo dice hasta la Unión Europea (UE). Muchos pensamos que las peores caídas son las más inesperadas, puede que el caso de Jerónimo Sánchez Gómez sea una prueba de ello. III