Finiquitado el tórrido verano de 2023, es el punto y final también de la vigencia del Plan de nformación y vigilancia contra incendios forestales (PVI) de la Diputación de Barcelona, una herramienta para prevenir y luchar contra el fuego que también se aplica en el Baix Llobregat. La campaña, que se ha desarrollado entre el 21 de junio y el 31 de agosto, ha cerrado con unas cifras positivas, pues solo hay que lamentar en toda la provincia 15 hectáreas de monte quemadas, una cifra muy inferior a la del vernao de 2022 cuando se declararon en el territorio provincial 174 fuegos que destruyeron un total de 2.065 hectáreas, la mayoría en el término municipal del Pont de Vilomara i Rocafort (Bages).
Durante los 72 días de campaña, el personal del PVI ha intervenido en 602 ocasiones en el Baix Llobregat, lo que representa el12,14% del total de actuaciones en la provincia de Barcelona, que se han elevado a 6.064 en todo el territorio. De estas intervenciones, la mayoría han sido por revisión de puntos de agua (4.021). Del resto, 1.394 han tenido como objeto detectar vertidos en la montaña, 275 se han debido a la revisión tendidos eléctricos; 233 a la protección del medio ambiente y las 141 restantes han sido acciones disuasorias, como por ejemplo impedir el uso de herramientas que generan chispazos o la organización de barbacoas que no cumplen la normativa.
A lo largo de los 72 días en los que se ha desarrollado el operativo anti-incendios, el personal destinado al PVI ha informado directamente a 6.538 personas que se encontraban en caminos, pistas forestales y bosque, así como en urbanizaciones, masías y zonas de esparcimiento del Baix Llobregat con el fin último de “prevenir incendios en el bosque”, han señalado fuentes de la Diputació de Barcelona. En suma, en todo el ámbito provincial barcelonés la plantilla adscrita al Plan de Prevención de incendios, y que ha patrullado por todo el territorio, ha contactado con 57.956 personas.