El pleno del ayuntamiento de Gavà, que ha aprobado inicialmente las ordenanzas fiscales para el 2024, ha revisado los principales impuestos y tasas municipales. Una revisión al alza que el ayuntamiento justifica para hacer frente a los efectos negativos que en la salud financiera de la ciudad ha comportado la crisis de la COVID, primero, y la crisis inflacionista, después.
De hecho, y en los últimos cinco años, los precios han subido un 16% en Gavà. Las nuevas ordenanzas incorporarán una actualización del IBI. Esto supondrá pasar del tipo impositivo del 0,664 al 0,702. Sin embargo, se mantendrá la bonificación del 50% de la cuota íntegra del impuesto en aquellos pisos destinados al alquiler social, las viviendas de inserción o de protección oficial también en régimen de alquiler. Además, se mantendrán las bonificaciones para la instalación de equipos sostenibles de ahorro eléctrico o térmico de energía solar en viviendas. Por otro lado, las ordenanzas fiscales para el año que viene congelarán los recibos por el impuesto de vehículos y de actividad económica, como el de plusvalía.
El objetivo final, explica el gobierno municipal, es el de hacer frente al nuevo mandato con una base “financiera sólida”, capaz de garantizar recursos y servicios a la ciudadanía.