A seis kilómetros del aeropuerto de Barcelona, en un espacio aislado de El Prat de Llobregat situado junto a la C-31 y a la carretera que conduce a Sant Boi (C-31C), se erige desde hace décadas el prostíbulo Top Model’s Club.
El establecimiento carece de licencia para desarrollar la actividad de la prostitución según el consistorio local. Y ese es el motivo por el que ha ordenado su cierre definitivo. Pero el establecimiento ha desoído la orden y sigue abierto.
Abierto de 18:00 a 3:00 horas de lunes a sábado. Así lo indica Top Models Club en su página web. “Un ambiente seguro en un entorno adecuado, legal, higiénico y discreto”, se autopublicita. El rótulo de neón verde que corona el establecimiento es visible desde la autovía de Castelldefels a su paso por El Prat. Y, si bien ha resultado imposible localizar a su propietaria, Top Model’s Club continúa con su actividad. Así lo confirma, frente a la puerta del inmueble, una encargada del local, que prefiere no hacer declaraciones.
En la gasolinera contigua -casi enganchada- al prostíbulo, un trabajador indica que la actividad del establecimiento vecino les aporta “seguridad”. Y se explica: “Si este local no estuviese aquí, nosotros estaríamos completamente solos. Nuestro horario termina cada día a las 22:00 horas, y durante el otoño y el invierno oscurece muy temprano, lo que aumenta la percepción de inseguridad. Creo que sería malo que cerrase porque nosotros estaríamos aún más aislados de lo que estamos”, añade el empleado.
Según el testimonio directo de este operario, el Top Model’s Club no genera problemas en la comunidad. “Está ubicado totalmente fuera del núcleo urbano. Su actividad no molesta ni incomoda a familias. Además, las chicas trabajan seguras en el interior del local, y estoy convencido de que se encuentran mejor aquí que en una carretera”. En cuanto a la actividad, destaca que los clientes son “sobre todo hombres mayores y algunos jóvenes celebrando despedidas de soltero” y asegura que los responsables del prostíbulo son “personas amables” con el personal de la gasolinera.
La clave de la orden de cierre definitivo reside en que, según el gobierno municipal de El Prat, el local sólo tiene permiso para llevar a cabo la actividad de bar-whiskería. A esa situación se agarra el consistorio -tras dar por probada la actividad de prostitución- para ordenar su clausura. El alcalde de El Prat, Lluís Mijoler (Catalunya en Comú), jurista de profesión, sostiene que “es una ignominia tener un prostíbulo dentro del municipio”. Según dijo a ‘El Prat Ràdio’, espera que Top Model’s Club “no vuelva a abrir nunca más”.
El no acatamiento de la orden derivará con toda seguridad en un procedimiento judicial. Así lo prevé el Ayuntamiento, que ya mandó clausurar una perrera que estaba situada detrás del establecimiento. Fuentes cercanas a la alcaldía no esconden que el cierre del viejo prostíbulo es uno de los principales objetivos del nuevo gobierno municipal: “Allí se desarrollan una actividad no autorizada para ese local como es la prostitución. No tienen el título que les habilite para llevarla a cabo”.
Unos quince días antes del anuncio de Mijoler, la teniente de alcaldía de Urbanismo y Vivienda, Alba Bou, adelantó que había empezado un procedimiento para cerrar de inmediato Top Model’s Club. El Ayuntamiento envió una resolución a la empresa, a la persona titular de la actividad del prostíbulo y a la propietaria del inmueble. El plazo de alegaciones del establecimiento para defender sus derechos era, dijo la edil, de diez días. Transcurridos tres meses, la actividad persiste.
Desde el Ayuntamiento, reconocen que el conflicto terminará en los tribunales pero recuerdan a la propiedad del establecimiento que abrir sin licencia es una falta grave o muy grave. El incumplimiento puede traducirse en un procedimiento de ejecución forzosa, en la imposición de multas y en el precinto del local.
Tras las inspecciones llevadas a cabo por agentes de los Mossos d’Esquadra y la Policía Local, el Consistorio ha abierto varios expedientes a Top Model’s Club “por diversas irregularidades detectadas”, según explican fuentes municipales a El Llobregat.
Uno de los expedientes, de clausura, es “por no disponer de licencia de actividad de prostitución”. Ante este expediente, ya resuelto, los responsables del local han presentado alegaciones. Además, han interpuesto un recurso contencioso administrativo que, al cierre de esta edición, está pendiente de resolución. “Mientras se resuelve, el Ayuntamiento ha iniciado la ejecución forzosa del cierre”, indican fuentes municipales.
Un segundo expediente está relacionado con la protección de la legalidad urbanística porque en el inmueble “habían hecho unas obras, sin permiso, para llevar a cabo las habitaciones”, señalan fuentes del consistorio de El Prat.
Un tercer expediente está relacionado con una enmienda de deficiencias conectada con la licencia de bar-whiskería que ostenta el establecimiento. Como el primero, está pendiente de resolución.
Por su parte, los propietarios del prostíbulo han interpuesto un contencioso para suspender la clausura cautelar mientras no se resuelven las alegaciones. Desde el equipo de gobierno, aseguran que confían en ganar el recurso y que el establecimiento pondrá fin a la actividad de prostitución. Por ahora, sin embargo, el mítico Top Models’ Club continúa abierto, casi hasta el amenecer.
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