Tratar los tumores en tiempo real es posible gracias a Ethos, el primer acelerador lineal de radioterapia adaptativa de Cataluña que acaba de poner en marcha el Instituto Catalán de Oncología (ICO), en L’Hospitalet. Ethos es una máquina que mediante el uso de inteligencia artificial permite adaptar el plan de tratamiento de radioterapia durante el transcurso del mismo, respondiendo a los cambios anatómicos o fisiológicos que se puedan producir en el tumor o en los tejidos contiguos. En otras palabras, esta instalación vanguardista permite adaptar el tratamiento diario del paciente a la propia evolución del tumor gracias a la capacidad de análisis que atesora Ethos.
“Los aceleradores lineales son máquinas que utilizan para tratamientos de radioterapia, para tratar el cáncer y los tumores con radiación. Emiten protones y con ellos tratamos las zonas tumorales. Cada día, antes de tratar al paciente, se toma una imagen con el propio acelerador y se compara con las imágenes que se han utilizado para hacer la planificación del tratamiento”, explica la doctora Cristina Picón, jefa del Servicio de Física Médica y Protección Radiológica del ICO. De este modo, se analiza la evolución del tratamiento y su posible replanificación en caso de que haya alteraciones. Y ahí entra en juego Ethos, que analiza si el tumor se ha movido, deformado o tiene un cambio anatómico. “En un tiempo relativamente corto, puedes volver a adaptarte a su forma y tratarlo de la mejor manera posible mientras el paciente está tumbado en la camilla del acelerador”, indica Picón.
Uno de los tumores que tratarán con Ethos en la fase inicial es el de pelvis. “Empezamos por lo que parece más fácil pero la idea es extenderlo a tumores en cualquier localización del cuerpo si es posible. “La comunidad científica tiene que definir cuáles son los tumores en los que el tratamiento es más eficiente y más beneficia al paciente. aunque se pueda aplicar con todos”, aclara Cristina Picón. La vejiga es un candidato que podría ser idóneo para el uso del acelerador lineal de radioterapia adaptativa en el tratamietno oncológico. “Es un órgano muy deformable. Si podemos ajustar la forma que cada día adopta el tumor en la vejiga seguramente demos con la dosis más localizada”, augura la científica. No obstante, los tratamientos de este tipo “son pocos al año”, por lo que se ampliarán a otras zonas. “Creemos que los tumores que se mueven más, que se deforman o tienen variaciones, serán los candidatos que más se beneficiarán. Pero en la medicina no hay nada blanco o negro. Es compartir lo que tienes y ver los resultados”, afirma la doctora.
Innovación "bestial"
De hecho, para la jefa del Servicio de Física Médica y Protección Radiológica del ICO, la innovación “es tan bestial” que la potencia de la computación, “como vemos en los móviles o videojuegos con imágenes muy realistas”, permite a los programas informáticos hacer este tipo de cálculos. “Reconstruimos una imagen y vemos sus diferencias. Todo va tan rápido que si funciona bien, es práctico y se pueda automatizar, a lo mejor en diez años tienes un Ethos en cada hospital de Cataluña”. De momento, los oncólogos radioterapeutas y los radiofísicos centran sus esfuerzos en “entrenarse” con un “sistema diferente”, en el que necesitan corroborar las adaptaciones que realiza el software. “No se puede delegar. Se precisa una dedicación continua. Se basan en inteligencia artificial, por lo que todo se automatiza”. De esta forma, el sistema se retroalimenta a medida que va analizando casos distintos. “Es como si la maquina tuviera una libreta y aprendiera contigo”, constata Picón.
De momento, la maquinaria del ICO es la segunda en ponerse en marcha en toda España, tras la estela del Hospital Universitario de Navarra (HUN), que instaló en diciembre del año pasado un acelerador lineal que permite adaptar la radioterapia al estado concreto del paciente en tan solo 15 minutos. Ahora toca seleccionar qué neoplasias son más idóneas para el uso de Ethos. “La tarea que queda pendiente para los próximos años es realizar estudios, ensayos y artículos que permitan conocer que situaciones son las más óptimas para el acelerador”.
Al mismo tiempo que hace unas semanas inauguraba este innovador instrumental, el conseller de Salut de la Generalitat, Manel Balcells, también dio el pistoletazo de salida a la renovada y ampliada unidad de braquiterapia del ICO que, a día de hoy, es pionera en España. “Se puede tratar el tumor con radiaciones desde el exterior mediante un acelerador lineal como Ethos pero también existe la braquiterapia, que lleva la fuente radiactiva dentro o muy cerca del tumor”, subraya Cristina Picón.
La braquiterapia es un tratamiento localizado que sólo afecta a una parte específica del cuerpo y que actualmente se utiliza para tratar cánceres ginecológicos, de mama, de piel, de próstata, de cabeza y de cuello, entre otros. El tratamiento se introduce en el paciente mediante unos aplicadores o agujas, que atraviesan el tumor y se conectan a una máquina con fuente radiactiva y por estas guías se depositan las dosis en el área tumoral marcada.
Desde sus inicios en 1989, el ICO ha realizado cerca de 20.000 tratamientos a pacientes procedentes de centros sanitarios de todo el territorio español. Ahora el instituto se ha renovado en su totalidad con equipamientos que mejoran la atención y la confortabilidad de los usuarios. “La unidad necesita un quirófano en el que el médico pueda colocar estos aplicadores porque, como se meten dentro del tumor, hay que sedar al paciente. Hay una sala de tratamiento que dispone de habitaciones donde se ingresa a los pacientes todo todo el tiempo que portan los aplicadores y ahí permanecen hasta que vuelven al quirófano para quitárselos”.
Ahora, con esta nueva ampliación, la unidad de braquiterapia se convierte en la mayor de España, con una superficie de mil metros cuadrados y una capacidad para realizar, aproximadamente, unos mil tratamientos al año. También es una de las unidades más avanzadas tecnológicamente en el ámbito europeo con dos quirófanos, una zona de corta estancia por pacientes de cirugía ambulatoria, dos unidades de PDR (braquiterapia pulsada), dos unidades de HDR (braquiterapia de alta tasa) y un TAC específico para este servicio.
La remodelación y ampliación de esta nueva infraestructura ha supuesto una inversión total de 4.092.144 euros, aportados por el Servei Català de la Salut (SCS). “Parece una tontería, pero teníamos una instalación de hace 40 años. Ahora se dispone de habitaciones con baños individualizados. También empleamos ordenadores y software muy potentes, por lo que se necesitan muchas salas de trabajo para hacer estos cálculos”, describe Picón.
A la cabeza oncológica |
El director general del ICO, Ramon Salazar, destaca que el estreno de la nueva unidad de braquiterapia es un un hito histórico porque “va a ser la unidad de referencia para toda España”. Salazar también está satisfecho con la llegada a L’Hospitalet del primer acelerador de electrones pues toda la actuación “permitirá aproximar la calidad lo más cerca de su domicilio a toda la población”. |