"Cabezona”, como dice ella, por haberse criado en Teruel, Espallargas no tiene techo en sus investigaciones y resuelve lo que otros dan por perdido. Y es que su proyección es tan ascendente que llega hasta el espacio: su invento está llamado a recubrir naves para los viajes interplanetarios de las agencias espaciales más importantes del mundo.
Estás en la Universidad de Ciencia y Tecnología de Noruega (NTNU), ¿qué labor desempeñas allí?
Me dedico a dar clases y hacer investigación.
En 2012 te nombran catedrática,y te conviertes en la persona más joven en conseguirlo en tu facultad, ¿qué necesitaste para alcanzar ese hito?
En el 2012 tenía 33 años y, comparado con el sistema español, parece una barbaridad, pero en el sistema noruego para conseguir el mismo puesto de catedrático que en España hace falta bastante menos. La verdad es que yo, en un principio, no me lo planteaba, fue la directora de mi departamento la que me animó a ello; a mí me pareció un poco prematuro porque yo tenía la mentalidad española pero me dijo que mirase las bases, mi currículum, lo que tenía conseguido hasta el momento,… Seguí su consejo y vi que realmente con el currículum que tenía era candidata para poder aplicar y tenía posibilidades de que me lo diesen. Y así fue.
¿Crees que el noruego es un sistema más positivo o dinámico que el que de España?
El sistema noruego es mucho más flexible. Como diría una amiga mía, el problema del sistema español es la “papelitis”: están continuamente pidiéndote papeles que confirmen esto o lo otro, hay mucha burocracia que agota y desanima a la gente y hace que el sistema sea muy poco dinámico. También es verdad que es más fácil tener sistemas más flexibles en un país pequeño. Realmente, en España mucha gente podría conseguir un puesto de catedrático mucho antes, pero el sistema como que te frena un poco.
¿Cuando acabaste la carrera escogiste Noruega por algún motivo concreto?
Cuando acabé la carrera lo que tenía claro era que no quería trabajar en la industria, porque me parecía aburrido y repetitivo. Yo quería hacer investigación y un doctorado. En su día quise hacer el doctorado fuera de España pero… ya sabes, aquí estaba la familia, y lo hice en Barcelona. Ya cuando terminé el doctorado dije “me quiero ir fuera”, cuando haces un doctorado ves que la gente se mueve en el ámbito internacional y si quieres una carrera como investigadora has de hace lo mismo. Y elegí Noruega por lo mismo que los noruegos eligen España: porque es exótico. Es totalmente diferente a lo que estaba acostumbrada. Además, odio el verano y me dije: “pues venga, a pasar frío”. Y para allí que me fui. El plan era quedarme dos años y ya llevo aquí 16.
Te interesas por el carburo de silicio, ¿por qué?
Eso ya sale a través de la tesis que hice en Barcelona. Como hice la especialidad en ingeniería de química de materiales y químicas orgánicas, sabía que quería hacer algo relacionado con los materiales. Y nos ofrecieron el tema de recubrimientos. Cuando estás haciendo la tesis consultas mucha literatura del campo en el que estás trabajando, te enteras de cuáles son las limitaciones, qué es lo que falta por investigar, qué cosas serían nuevas,... Y me interesé por el carburo de silicio porque en el campo en el que estaba investigando era un material que no se podía utilizar. Me pareció curioso: ¿Por qué no se va a poder utilizar? ¿Qué podríamos hacer para que ese material pudiera utilizarse en este campo? Es un material que tiene unas propiedades muy interesantes y necesitaba más desarrollo. Y eso fue lo que hice. Al final ese es el trabajo de un investigador desde mi punto de vista: trabajar en cosas que todavía faltan y se necesitan y que no están desarrolladas.
Y creáis el material ThermaSiC...
Cuando en Noruega conseguí la financiación para incorporar a un estudiante, decidí invertirla en el carburo de silicio y contraté a Fahmi Mubarok, que ya tenía algo de experiencia con ese material, y entre los dos nos pusimos a trabajar en el proyecto. Al final salió, como podría no haber salido, porque la investigación es así: tú entregas un proyecto que nadie ha conseguido solucionar antes y que tengas éxito es una chiripa. Uno va haciendo cosas y no sabe si van a funcionar, sobre todo en mi caso que yo no trabajo temas teóricos sino que trabajo de manera experimental. Al final, Fahmi acabó su proyecto y defendió su tesis y a los cuatro días estábamos fundando nuestra propia empresa.
Si se usa el método ensayo-error ¿hay riesgos de que no salga por mucho tiempo que se invierta?
Sí, siempre tienes que basarte en cosas que se hayan publicado previamente, o cosas que, con tu background y tu experiencia, creas que pueden funcionar. Pero la investigación es muy arriesgada, la que yo hago no lo es tanto porque a mí me gusta ir bastante ‘a tiro hecho’, con cosas que creo por experiencia que pueden salir. Pero hay gente que trabaja en investigaciones mucho más arriesgadas que la mía y se falla en más del 80% de las veces.
Ese material, por sus propiedades, tiene muchas aplicaciones como su uso para el recubrimiento de las naves espaciales
Sí, nosotros ya llevamos dos proyectos con la ESA (European Space Agency). El último lo estamos cerrando ahora y probablemente comencemos uno nuevo pronto, centrado en componentes de naves, equipos y satélites para explorar Marte y la Luna. Nuestro material tiene unas propiedades antidesgaste muy buenas y la NASA siempre está buscando recubrimientos para sus naves.
¿Esperabais eso?
No específicamente con la ESA, pero sí sabíamos que el material tenía aplicaciones en el mundo aeronáutico. Lo que pasa es que conseguir validar un producto nuevo para el mundo aeronáutico es un trabajo de muchos años. Siendo una empresa pequeña, no puedes esperar muchos años a validarla: necesitas un mercado, tener ventas. Entonces entendimos que el tema de la ESA, que no nos iba a dar ingresos directos, nos podría ayudar a ponernos en otro mercado aeronáutico. Lo usamos como forma de inversión; mientras trabajamos en otros campos que nos den ventas y que nos den ingresos, claro, si no la empresa no tira para adelante.
¿La investigación actual tiene realmente un enfoque ecológico? ¿Es algo que realmente se cuida?
En el mundo de la investigación por supuesto, ahí no hay ninguna duda, sobre todo lo que viene financiado a nivel público. De hecho, yo trabajo en otros temas no relacionados con mi empresa y tenemos el patrón ecológico siempre. En una conferencia internacional en Japón hace un par de semanas se sorprendían por lo obsesionados que estamos en Europa con el medio ambiente. El problema es que luego la gente, las empresas, los gobiernos e incluso la propia comisión europea te exigen a ti como investigador que avances en eso pero luego a las empresas parece que se les exige menos. Y al final uno se frustra.
¿Y qué le pides al mundo de la ciencia?
Ultimamente, para mi decepción y para alimentación de los negacionistas, estoy viendo prácticas poco éticas de investigadores que se venden a los emiratos árabes para publicar fake news, noticias que son falsas relacionadas con el medio ambiente. Me gustaría que esta gente no tuviera ninguna oportunidad, ni en el mundo de la investigación, ni en el mundo de la ciencia, y que se los inhabilitara de por vida, eso querría ahora mismo. Sé que es un porcentaje muy pequeño pero está saliendo mucho en los medios de comunicación y no me gusta verlo porque no nos representa ni son la mayoría de los que nos dedicamos a la investigación.
Según la Agencia Europea de Patentes, un 13% de los inventos están hechos por mujeres, ¿qué se puede hacer para aumentar este número?
Esto es un debate complicado. Yo como investigadora no sé qué se podría hacer desde el sitio en el que estoy. Ahora, como persona privada y como madre, lo que veo a nivel social, incluso en Noruega, es que los padres seguimos inculcando a los niños la segregación por género. Yo entiendo que por naturaleza los niños digan “pues yo tengo amigos y las niñas tienen amigas” pero los padres tenemos la responsabilidad de educar y no fomentar el rosa y el azul. Cuando las chicas se hacen mayores y con 18 años van a la universidad no se les puede decir “estudia una carrera tecnológica”. Es tarde, tienes que empezar cuando ltiene 3-6 años. Vamos tarde queriendo educar a nuestras hijas cuando ya son adultas. Hay que empezar mucho antes y hay que hacerlo en casa. Evidentemente, las instituciones tienen un papel muy importante pero si no viene previamente desde casa, veo muy complicado el cambio.
Aún parece que queda mucho por avanzar, ¿cómo afecta a los investigadores e investigadoras?
Yo llevo 16 años en Noruega y veo que aquí se fomenta mucho la conciliación. Los horarios laborales en España, de jornada partida, son lo peor; y están relacionados con la falta de conciliación que hay. A las empresas les va bien alargar el día a los trabajadore. No sé, yo creo que hay que replantearse muchas cosas arraigadas a nuestra cultura: si queremos a más mujeres trabajando en la investigación o en cualquier otro campo del mundo laboral eso tiene que cambiar. Los horarios en España impiden directamente la conciliación y no van acordes con ser padres al no casar la compatibilidad laboral con la del colegio. Muchas veces tienen que hacerse cargo los abuelos. No sé, a mí no me parece normal.
Por lo que comentas, entiendo que la conciliación familiar perjudica más a las mujeres
Siempre. Todo va relacionado con que el hombre gana más que la mujer. Amigas mías me cuentan que al tener hijos se han reducido la jornada porque son quienes menos cobran de la pareja,... Primero, ¿por qué ganas menos que él? Y segundo, ¿por qué eres tú quien debe hacer reducción de jornada? Yo no digo que la mujer no la haga, digo que se reparta. Cuando se tienen hijos se puede partir la baja de paternidad. Por ejemplo, yo y mi pareja, los dos tenemos el mismo nivel de estudios, los dos somos investigadores, tenemos un tipo de trabajo muy parecido, me parece lógico ir al 50%. Pues eso todavía no entra en la cabeza de mucha gente.
¿Qué suponen los premios?
Si te digo la verdad a mí esas cosas no me gustan; la visibilidad de mí misma como persona no me gusta mucho, la verdad. Ahora ya me he acostumbrado, después de tantos años, a entrevistas y al final he entendido que dan visibilidad y me dan un altavoz para decir lo que yo pienso .que puede ayudar a la sociedad y a las chicas jóvenes a decidirse. Puedes hacer un poco de modelo. Me lo he tomado un poco así y ahora lo llevo mejor. Intento transmitir un discurso que pueda ayudar a las chicas, que entiendan que pueden hacer lo que les dé la gana, que estamos en el siglo XXI.
¿Te consideras un referente en el ámbito de la investigación?
Como persona no, porque yo no tengo que ser referente de nadie. Pero me gustaría que lo que he hecho y mi manera de ver las cosas pudiesen ayudar a gente que no lo ha tenido tan fácil en casa o que no ha sido incentivada para seguir su camino. Así es cómo me lo planteo ahora para animar a otras personas y enseñarles que sí se puede. Evidentemente, necesitas apoyo, la familia, trabajar mucho, pero se puede conseguir y tampoco es muy difícil.
¿Cuál es tu propósito cuando investigas? ¿Qué buscas con tu investigación?
Esto es muy personal pero cuando yo investigo y veo algo que dicen “no, esto no se puede hacer” o “no, esto es muy difícil” pues a mí ya me llama. Me digo “¿por qué no se puede hacer? ¿quién dice que no se puede hacer y por qué no? Venga va, vamos a ponernos”. Mi objetivo es conseguir cosas que no son mainstream, pero que pueden ayudar a la gente. Por ejemplo, estuve trabajando con lubricantes respetuosos con el medio ambiente porque es un gran problema de contaminación invisible. Así que esa es ahora mismo mi obsesión: conseguir materiales respetuosos con el medio ambiente que puedan llegar a comercializarse, que ayuden a la sociedad, al mundo. En eso estoy, me gustan las cosas difíciles e imposibles. Por desgracia o por suerte, no lo sé.
Parece que en estos últimos meses el cambio climático avisa más que nunca... |
Ahora últimamente, para mi decepción y para alimentación de los negacionistas, estoy viendo prácticas poco éticas de investigadores que se venden a los emiratos árabes para publicar noticias que son falsas relacionadas con el medio ambiente. Me gustaría que esta gente no tuviera ninguna oportunidad, ni en el mundo de la investigación, ni en el mundo de la ciencia, y que se los inhabilitara de por vida, eso querría ahora mismo. Sé que es un porcentaje muy pequeño pero está saliendo mucho en los medios de comunicación y no me gusta verlo porque no nos representa ni son la mayoría de los que nos dedicamos a la investigación. |