La ajedrecista Sara Khadem (1997) es una de las formidables jugadoras que han participado en esta edición del Llobregat Open Chess Tournament. Sara es un talento que se hace querer por su sonrisa franca y, aunque viéndola pasar lleva la calma con ella, su historia va mucho más allá de una vida convencional.
Entre los méritos deportivos de la española, de origen iraní, figuran el título de gran maestra y dos subcampeonatos del mundo femeninos. De hecho, hace unos días el presidente de la Federación Española, Javier Ochoa, nos compartió que Sara, ahora la 13ª del escalafón mundial, tiene posibilidades objetivas de darnos nuestro primer campeonato mundial femenino absoluto. Sería un paso mayúsculo para la popularización del ajedrez en España y, si quieren soñar con nosotros, sepan que Sara está trabajando con el reputado David Martínez “Divis”, entrenador de la selección española de ajedrez.
De un tiempo a esta parte es habitual encontrar noticias sobre Sara Khadem en los medios de comunicación, relacionadas con su icónico gesto de jugar sin velo en el Mundial de Rápidas y de Blitz celebrado en Kazajistán, en solidaridad con las personas que protestaban en Irán por los derechos de las mujeres. Sería un error pretender que Sara sea una bandera que agitar con fines políticos, pues ella misma sostiene que fue una acción puntual y que “(…) los verdaderos activistas son quienes defienden las libertades en el país todos los días”, pero no está de más recordar que tiene una orden de detención internacional por parte de las autoridades de Irán y que sería encarcelada nada más poner los pies en su tierra natal.
Entre las múltiples cualidades de esta mujer quisiera destacar la dulzura que transmite en el trato personal. A primera vista, cuando Sara juega al ajedrez recuerda a una de las cariátides del Erecteion, en Atenas: serena, espigada, silenciosa y, si me conceden la confidencia, con un halo de elegante misterio. Luego, en el trato cercano se muestra extremadamente educada, poseedora de una voz delicada que extiende en la conversación gobernando las pausas entre las palabras. Es, en esa distancia corta, que descubrimos a la Sara aficionada a la poesía, que cuida mucho las relaciones humanas.
Las partidas de ajedrez de la talentosa Sara Khadem hablan por sí mismas. Muestra de ello es su victoria ante Alexander Donchenko, en 2019, que reproducimos a continuación.